El alcalde y diputado provincial es consciente de que la despoblación de la comarca es el principal problema, a veces difícil de atajar, pese a los esfuerzos institucionales
Julián Barrera habla siempre claro. Es consciente de los problemas que afectan a la zona, como la despoblación, el más importante, pero se muestra esperanzado con la puesta en marcha de los planes de regadío para todo el noreste provincial, entre Peñaranda-las Villas y la Armuña. En declaraciones a SALAMANCA AL DÍA, el alcalde de Villoria y diputado provincial se muestra satisfecho con los servicios que ofrece esta localidad para mantener un buen nivel de vida entre los vecinos.
Si tuviera que hacer valoración de la gestión pública de la Corporación en el municipio desde la constitución del Ayuntamiento, ¿Qué logros se han conseguido?
Creo que valorar la gestión de uno mismo resulta un tanto presuntuoso. Y más cuando se trata de un cargo público como es mi caso. Ni siquiera me gusta hablar en singular. En Villoria formamos un equipo de personas hace seis años para trabajar por nuestro pueblo y nuestros vecinos y deben ser ellos los que valoren si gestionamos correctamente la responsabilidad que nos encargaron en 2011 y que renovaron en 2015. Al final todo se trata de datos objetivos y proyectos concretos, independientemente de la simpatía que cada vecino pueda sentir por su alcalde o sus concejales. Al principio de cada legislatura decidimos un proyecto global que vamos desglosando cada año teniendo en cuenta los presupuestos de que disponemos y dando prioridad a los proyectos que consideramos más urgentes y necesarios.
Afortunadamente hemos conseguido el saneamiento de las arcas municipales y esto nos permite afrontar obras y reformas que eran impensables e imposibles en la pasada legislatura. Asfaltado de calles, reformas de edificios municipales, nuevas calles y centro de transformación eléctrico en el Plan Parcial de viviendas, mejora y modernización de las instalaciones ya existentes...todo aquellos que consideramos necesario para mejorar el nivel de vida y los servicios que necesitan y demandan los vecinos de Villoria. En la gestión pública sirve de poco levantar los pies del suelo y pensar en todo lo que quieres hacer porque al final es la cruda realidad la que te dice lo que puedes hacer y hasta dónde puedes llegar. Y como no conocemos recetas mágicas, el trabajo, el sentido común y la dedicación diaria son las herramientas que hemos utilizado hasta ahora y las mismas que seguiremos utilizando.
¿Qué retos tienen por delante en lo que queda de legislatura?
Nos queda mucho por hacer y aunque cuatro años parece mucho tiempo, siempre se te quedan cortos para llevar a cabo todo lo que tenemos previsto. Los proyectos y las ganas que llevarlos a cabo de inmediato siempre chocan con los tiempos, la disponibilidad económica y las tramitaciones que cada uno de ellos conlleva. Con el tiempo te acabas acostumbrando. Por eso vamos paso a paso con las obras que estamos ejecutando, ya prácticamente terminadas, como la reforma del bar del Centro Social de Cultura y la sustitución de la cubierta del Pabellón Municipal. En breve licitaremos la obra de una nueva calle en el Plan Parcial y el centro de transformación eléctrico del mismo. Como retos más generales, y aunque en esto la capacidad del ayuntamiento siempre es más limitada, tenemos siempre el objetivo de que todos los vecinos de Villoria tengan trabajo; bien por cuenta ajena o bien con la creación de pequeñas empresas y negocios que puedan funcionar en el entorno económico de Las Villas. Sigo pensando que los sectores agroalimentario y de servicios son el futuro de nuestra comarca. Tenemos los mimbres, nos falta hacer el cesto.
En lo que sí es fundamental el ayuntamiento es en la bajada de impuestos. Y en ellos estamos desde que nos fue posible hacerlo. En 2015 congelamos la subida prevista del IBI urbano, en 2016 lo bajamos medio punto (ya lo estamos viendo en los recibos de este año) y bajaremos otro medio punto para el año que viene. Se trata de buscar el equilibrio entre las necesidades económicas del Ayuntamiento y que los servicios básicos que prestamos a los vecinos resulten lo menos onerosos posible para ellos.
En verano, imagino, se incrementa la población en el municipio. ¿Está todo dispuesto para esta eventualidad: servicios, infraestructuras, abastecimiento de agua, etc?
Villoria es un pueblo muy bien dotado de infraestructuras y servicios capaces de satisfacer las necesidades de los vecinos y de las personas que nos visitan cada verano. Esto es una gran ventaja y por otro lado todo un reto para los que formamos parte del Ayuntamiento, porque mantener siempre a punto nuestras instalaciones supone un alto coste tanto de trabajo como de dinero. Siempre he pensado que construir un edificio o instalación nueva es mucho más fácil que su mantenimiento posterior. En cuanto al abastecimiento de agua, el tiempo ha demostrado que fue un gran acierto la nueva captación de agua para consumo humano. Aparte de ser de excelente calidad y abundante, nos ha permitido ahorrar mucho dinero en filtrar el agua para eliminar el arsénico y una considerable reducción del consumo eléctrico utilizado.
¿Qué demandas realizaría a las principales administraciones (Diputación y Junta) para potenciar el desarrollo de infraestructuras e iniciativas emprendedoras en la zona?
Lo fundamental es que exista coordinación entre ellas, que remen en la misma dirección, que tengan objetivos comunes y que conozcan las verdaderas necesidades de los pueblos y del mundo rural en general. Para eso resultamos imprescindibles los alcaldes, concejales y vecinos de cada municipio, sea grande o pequeño. Nadie como nosotros puede conocer los problemas reales y las urgencias que tenemos. Este año resultan evidentes los daños de todo tipo que está ocasionando la sequía en la agricultura y la ganadería de nuestra provincia y nuestra comunidad. Hay muchas explotaciones y familias en peligro y es ahí donde deben estar las instituciones. Hoy es urgente y mañana puede que sea tarde, por eso deben estar a la altura. Me consta que llevan meses trabajando para proporcionar medidas concretas y tangibles a los cientos de miles de personas que viven del sector primario. A la sequía se une este año el bajo precio de los productos agrícolas. Situación que puede agravarse en nuestra comarca si como dicen las previsiones, no será una buena campaña en el precio de las patatas. El sector primario aguantó la crisis de años anteriores como ningún otro; ahora necesita la ayuda de las instituciones.
Después de una primera legislatura, ya con experiencia, ¿cómo se está desarrollando este segundo mandato?
Creo que con absoluta y total normalidad. Intento que la experiencia adquirida compense la disminución del tiempo que puedo dedicar al ayuntamiento por mi condición de diputado provincial y diputado delegado del Área de Cultura.
No resulta fácil compaginar ambos cargos con mi trabajo de ganadero y a la vez tener un mínimo de vida personal y familiar. Evidentemente, mi familia y mis compañeros de Corporación municipal son quienes sufren las consecuencias aunque no me lo digan. Aprovecho la ocasión para darles las gracias una vez más. Todos ellos dedican mucho tiempo de su vida personal y de su trabajo al servicio de los vecinos de Villoria.
La pasada legislatura fue muy dura por la falta de recursos, pero nos sirvió para adquirir experiencia. Son las dificultades y los errores los que te ayudan a aprender y a superarte. Los que te ayudan a curtirte como persona y como gestor público.
En estas mismas páginas usted se mostraba esperanzado con los proyectos de vertebración de la red de canales de regadío de Villoria / La Armuña. En estos meses se ha avanzado en las obras, ¿cómo ve en estos momentos la extensión del sistema de regadío público?
La mejor noticia es que está en marcha y ya no va a parar. Puede que tarde algún año más de lo previsto debido a las concentraciones parcelarias de los municipios afectados, pero será por fin una realidad después de varias décadas de esfuerzo común de muchas personas y administraciones. Se está hablando ya de futuras ampliaciones de la obra prevista y eso es un síntoma inequívoco de la fortaleza de este ambicioso proyecto. No es necesario recordar lo que supone el regadío como asentamiento de población, potencialidad económica y creación de puestos de trabajo directos e indirectos.
A todos los villorejos, con su Corporación al frente, les preocupa el mantenimiento de población, que en general y de forma negativa afecta a la inmensa mayoría de pueblos. Villoria está logrando mantener su censo. ¿Qué necesitaría Villoria y las poblaciones que lo rodean para evitar la sangría poblacional?
Este es un problema realmente grave y aunque no seamos uno de los pueblos más afectados, las consecuencias pueden ser desastrosas a no demasiado largo plazo. Cierre de colegios por falta de niños, población muy envejecida, ayuntamientos que son incapaces de mantener sus servicios públicos por falta de ingresos a causa de la despoblación..., todos son síntomas muy negativos del mismo problema. La verdad es que desconozco una solución efectiva que logre revertir la tendencia actual de abandonar las zonas rurales para asentarse en la capital o en el alfoz. Todas las administraciones son conscientes de la situación, especialmente la Diputación Provincial, que año tras año dedica una parte mayor de sus presupuestos a atajar el problema. En este tema me resulta difícil ser objetivo porque soy muy de pueblo y siempre he querido vivir en él, pero comprendo que hay muchísimos pueblos en los que vivir del campo es casi la única opción profesional y que los jóvenes quieran otro modo de vida distinto al de sus padres y abuelos.
¿Cómo analizaría el grado de colaboración entre equipo de Gobierno y oposición?
La relación con la oposición es menos complicada que la legislatura anterior. Éramos tres grupos políticos y eso siempre produce más disparidad de criterios y opiniones, algo perfectamente lógico porque no todos tenemos las mismas ideas de lo que es mejor para nuestro pueblo. Independientemente de los partidos a los que representemos, todos somos vecinos de Villoria y hemos tenido relación personal desde que nacimos. Por eso no tenemos ningún problema en hablar de cualquier tema y en cualquier lugar. Su papel como oposición es fiscalizar y controlar la gestión del equipo de Gobierno y proponer ideas o alternativas. En ese sentido nunca hemos tenido ningún problema en aceptar todo aquello que suponga un beneficio para nuestro pueblo. No siempre ha sido así, pero creo que es una de las legislaturas más tranquilas al menos desde que yo tengo memoria. Y eso es sin duda una buena noticia para Villoria.
Alguna consideración más para los lectores de SALAMANCA AL DÍA / SALAMANCArtv AL DÍA y vecinos de Villoria?
Ya que me dais la oportunidad, quiero agradecer el trabajo que hace en el mundo rural SALAMANCA AL DÍA como medio de comunicación que acerca nuestra realidad a todo el mundo. Las nuevas tecnologías permiten que ciudadanos de todo el mundo conozcan lo que somos y lo que hacemos. Hay miles de personas nacidas y criadas en pueblos de nuestra provincia que, vivan donde vivan, pueden acceder a diario a las noticias de la tierra que les vio nacer. Os animo a seguir publicando cualquier hecho o acontecimiento que ocurra en el mundo rural porque, aunque no sean grandes noticias, siempre serán importantes para nosotros.
Y a los vecinos de Villoria me gustaría decirles que las cosas van mejorando poco a poco. Puede que no se note a simple vista, pero hay síntomas inequívocos de que estamos dejando atrás lo peor de la crisis: el número de licencias de obras, la disminución de parados, la renta media de los vecinos...datos que van todos en la buena dirección. Y aunque peque de chovinista, que tenemos un gran pueblo por el que merece la pena luchar. Mis compañeros y yo trabajamos cada día para estar a la altura de un pueblo como Villoria. Muchas gracias.