Estas líneas están dedicadas a las personas que día a día me enseñan lo importante que es no perder la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Por suerte aún queda gente con principios, que a pesar de las consecuencias, actúa y se conduce en su vida con una ética y unos valores dignos de destacar en este momento en el que parece que lo que triunfa es la mentira, la falsedad, la corrupción y la ilegalidad..
Las personas que viven con coherencia personal, son auténticas y aunque no sean comprendidas por la mayoría, porque parece que ya no se lleva, marcan la diferencia.
A lo largo de mi vida he tenido y tengo la suerte de contar con amistades que caiga quien caiga y aunque obtengan consecuencias inesperadas, son fieles a su manera de ser, pensar y actuar y lo hacen correctamente.
A todas estos individuos de una sola cara, mi agradecimiento por corroborarme que aun existe un mundo por el que merece la pena seguir luchando, un mundo sin sobornos, sin cohecho, sin malversación de fondos y sin sacar provecho de los que viven con dignidad.
¿Que la verdad triunfe sobre la mentira!