Esperemos que la crisis económica se vaya superando y se puedan apoyar más generosamente éstos y otros acontecimientos culturales
El mes de junio ha brindado a Salamanca dos acontecimientos de tipo artístico y creativo: El Festival de "Luz y Vanguardias" y el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (FÀCYL). Es una suerte, en una ciudad cultural como es la de Salamanca, el poder gozar de acontecimientos artísticos como éstos.
El Festival de Luz y Vanguardias llegaba a su segunda edición, después del ensayo exitoso del año pasado. Se trata de composiciones luminosas en movimiento, muy creativas en general, y que utilizan las nuevas técnicas de creación y proyección de efectos luminosos en las fachadas de los edificios clásicos de la magnífica ciudad de Salamanca. Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca y el patrocinio de Iberdrola.
El acontecimiento fue una realización, muy bien organizada en diferentes plazas y fachadas de los edificios históricos, y fue aceptada con resultados de gran éxito a juzgar por las riadas de personas que cada noche contemplaban los espectáculos, pasando de la Plaza Mayor al patio barroco de la Universidad Pontificia, a la proyección en la fachada de la Casa de las Conchas, a la de la Universidad de Salamanca (con rana incluida y todo), a la Plaza de Anaya, la de Colón y la fachada principal de la Iglesia de San Esteban o de los Dominicos.
El lugar emblemático fue, desde luego, la fachada principal del Ayuntamiento de Salamanca en la Plaza Mayor. Allí se proyectaban los 9 audiovisuales que se presentaban a concurso, y que se sometían a los votos de un doble jurado: el de los técnicos y el jurado popular. Eran obras verdaderamente creativas, jugando con la luz, el movimiento, la composición, la creación plástica y los colores. Muy llamativos, originales, bien compuestos y novedosos, el de Honduras y el de Francia. Éste fue el que consiguió el premio del jurado oficial, y el de Honduras el del público.
La fachada de la Casa de las Conchas ofrecía, principalmente a estudiantes de las universidades de Salamanca, la posibilidad de ensayar y dar a conocer sus propias obras lumínicas, artísticas y testimoniales. No entraban en concurso, pero estuvieron bien concurridas por los trabajos de gente joven. Éstos y los de la Plaza Mayor fueron indudablemente los más concurridos, y con razón. Eran notables los dos que se presentaban en la fachada de la Universidad clásica de Salamanca. Y original la experiencia de la fachada de San Esteban, que facilitaba que la cara de los asistentes pudiera ser proyectada en el arco de dicha fachada, promoviendo así la participación activa de los asistentes.
El II Festival de Luz y Vanguardias celebrado este año ha sido todo un éxito y será difícil de superar por el del próximo año, al que ya estamos esperando con gran ilusión, y confiamos que no nos defraude.
El Festival Internacional de las Artes de Castilla y León acaba de comenzar y, por tanto, no podemos juzgarlo a partir de sus realizaciones, pero sí podemos decir ya que, a la vista del programa difundido, es un festival de arte de un nivel muy bajito y poco estimulante.
El festival se inició ya hace años con piezas artísticas verdaderamente notables, con variedad de presentaciones de teatro, música, formaciones de calle originales y de gran altura, payasos, danza, etc. Está promovido y subvencionado por la Junta de Castilla y León. Pero hemos de decir que las subvenciones han ido disminuyendo año tras año, y en consonancia ha ido disminuyendo el nivel de las obras que se ofrecen. Está siendo ya un festival muy aguado, y que se apoya fundamentalmente en artistas de origen local, que naturalmente son los más económicos.
Habremos de esperar al transcurso del festival para poder juzgar las realizaciones a partir de las obras concretas. Es una suerte poder gozar en el mes de junio de dos festivales artísticos de interés. Pero es una pena que no pueda mantenerse la altura que el público de Salamanca y la multitud de concurrentes del exterior que acuden a presenciar los espectáculos se merecen. Esperemos que la crisis económica se vaya superando y se puedan apoyar más generosamente éstos y otros acontecimientos culturales.