Imagino el Paraíso eternamente azul al ver este mar de sierras. Como si el cielo hubiera nacido aquí, donde se propaga cada día el milagro de la belleza. Allá, diviso los mástiles de un barco que trae los sagrados ecos de las fuentes y manantiales; de r
Imagino el Paraíso eternamente azul al ver este mar de sierras. Como si el cielo hubiera nacido aquí, donde se propaga cada día el milagro de la belleza. Allá, diviso los mástiles de un barco que trae los sagrados ecos de las fuentes y manantiales; de rocas y dólmenes; la música de los montes y montañas; el rumor de repechos, valles y senderos; el color de los castaños y oropéndolas. En los ojos que otean el viento, brota la emoción honda de la luz.
(Jclp)
Como el agua helada que fluye de las fuentes, manantiales de azul y plata, así la belleza de esta Mirada fotográfica de Rosa Gómez para SALAMANCArtv AL DÍA (www.salamancartvaldia.es), desde este oleaje de montes en la Sierra de Francia.