¿Con qué cara pide usted el acta a los representantes legítimamente elegidos con el compromiso de un programa y una ideología que usted, junto con otros y en condiciones democráticas dudosamente transparentes, ha cambiado?
La pregunta forma parte de una carta abierta que la ex portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Segovia, María Cuesta, ha dirigido a David Castaño, procurador de Ciudadanos y responsable de la política institucional del partido en Castilla y León. Cuesta, que la pasada semana abandonó el partido en compañía de otros trece afiliados, ha contestado así al requerimiento de Castaño para que renuncie a los cargos de concejala y diputada provincial que desempeña desde las pasadas elecciones municipales.
Castaño se acercó el lunes a Segovia a insuflar ánimos a las menguadas huestes del partido en la provincia, que tras las 14 bajas registradas en bloque, se cuantifican en torno a unos 40 afiliados. Y afeó a Cuesta su decisión de mantenerse en la Diputación en calidad de "no adscrita", incumpliendo la "carta ética" por la cual los cargos electos se comprometen a renunciar a sus actas en el caso de abandonar la formación.
"Son ustedes los que han roto el contrato con los votantes. Nosotros no hemos protagonizado ninguna espantada (?) Nos presentamos con ilusión a representar a un partido que se comprometía a regenerar la política y nos hemos encontrado con un grupo exclusivamente centrado en mantener su sillón y en sofocar cualquier intento de opinión que no coincida con sus planteamientos", afirma Cuesta en su carta abierta, que además contiene un párrafo expresamente dedicado a Luis Fuentes, el ínclito portavoz de Ciudadanos.
"En una reunión en Segovia, don Luis Fuentes nos comunicó que C´s era un partido como todos y que los afiliados nos teníamos que limitar a cumplir lo que se dice desde arriba. Este es el tipo de dirigente que lleva este partido, eso sí, con un jugoso sueldo superior a los 90.000 euros", afirma la ex portavoz de Ciudadanos en la Diputación. Exactamente, precisa "El topillo", 93.205 euros, que es la remuneración bruta anual que perciben de las Cortes los portavoces parlamentarios, en tanto que los portavoces adjuntos, caso de Castaño, se levantan anualmente la tampoco nada despreciable cantidad de 89.885 euros.