Cada vez es más necesaria la Educación para la Salud o alfabetización sobre la Salud porque como competencia transversal educacional pone en valor la Salud frente a la enfermedad. La evolución que ha tenido no ha sido la adecuado por muchos factores, personales y ambientales y, hoy que estamos ante la máxima accesibilidad a la información, la población sabe menos sobre el binomio Salud-Enfermedad y, utiliza de manera inadecuada y mucho peor los recursos sanitarios a su disposición. Hasta tal punto está llegando la situación que la OMS ha llamado la atención sobre este problema. Por otra parte, una Encuesta Europea sobre este tema, refiere que la alfabetización en Salud es deficitaria en el 12% de los europeos y, un 35% tiene una alfabetización problemática, esto significa que casi el 50% de las personas tienen limitaciones en su alfabetización sanitaria.
Se entiende por alfabetización como las habilidades cognitivas y sociales que determinan la motivación y la capacidad de una persona para gestionar y utilizar la información de forma adecuada para fomentar su Salud, prevenir la enfermedad y mantener una buena Salud. En consecuencia, la Educación para la Salud tiene por objetivo capacitar al individuo para que tome decisiones sobre su propio estado de Salud y sobre la situación en la Comunidad.
Su trascendencia a nivel de Salud Pública es importante porque su déficit supone una barrera en relación con la manera de responder antes los retos del binomio Salud-enfermedad. Es decir, el desconocimiento sobre las enfermedades, sus síntomas y formas de presentación, ocasiona mayores demandas de consultas y, urgencias excesivas y hospitalizaciones. Muchas de ellas injustificadas e innecesarias, porque se podían haber evitado y resolver con autocuidados o en la Atención Primaria y, una gran parte de las misas aplicando el sentido común, ese que se va a tener que vender en las farmacias. Además, condiciona o determina el uso limitado de las prestaciones y servicios preventivos y, un consumo excesivo e irracional de medicamentos con polimedicación no justificada.
A esta falta de alfabetización poblacional se une la incompetencia de aquellos profesionales de la comunicación que en lugar de ayudar a mejorar la situación la perjudican porque contribuyen a crear confusión. Esto es básicamente lo que esta ocurriendo con las vacunas y la vacunación y, por ello, han aumentado los movimientos antivacunas que ignorando las evidencias científicas perjudican la Salud Pública y, como consecuencia de estas dinámicas volveremos a retroceder ante enfermedades ya controladas y/o a punto de erradicar como ocurrió con la aparición del caso de difteria en Olot (Gerona), que supuso en 2015, el primer caso de difteria despues de 32 años sin casos.
Las vacunas son las medidas más efectivas y rentables que existen y, supuesto una de las medidas preventivas y, de Salud Pública que más han contribuido a la mejora en la esperanza de vida de la Humanidad. Además, han logrado erradicar enfermedades como la viruela en1980 y, no se han producido más erradicaciones porque se necesita cumplir algunos requisitos, gran cobertura vacunal en la población y que la enfermedad se transmita de persona a persona. Actualmente, la poliomielitis es una firme candidata a ser la segunda en erradicación porque desde hace años no se registran casos en Europa, América y Oceanía. El impacto comunitario de la vacunación es tal que se equipara a la potabilización de las aguas de consumo humano. Además, las vacunas son mucho más seguras que muchos fármacos que se toman alegremente y diariamente, como el ibuprofeno.
En mi opinión, la falta de Educación para la Salud o de alfabetización sanitaria es tan importante para la persona como para la Comunidad porque se trata del elemento más transcendente sobre la Salud Individual y la colectiva. Por tanto, se debe fomentar en la familia, en los colegios y en los medios de comunicación públicos y privados para tratar de mejorar el estilo de vida y, la manera de afrontar el reto de la enfermedad; pero sobretodo para poner en valor la Salud como recurso imprescindible para la Vida.
JAMCA