María Ramos, talento y pasión por el violín

Alguien dijo que la música merece ser la segunda lengua obligatoria de todas las escuelas en el mundo. Aulas en las que el talento espera en muchas ocasiones para ser descubierto. Y talento para la música, aunado con constancia y perseverancia, es precisamente el que guía a nuestra protagonista cuando toca el violín, del que cuentan que es uno de los instrumentos más nobles y difíciles de tocar. La joven violinista salmantina María Ramos descubrió su pasión por la música casi al mismo tiempo que daba sus primeros pasos. Comenzó su formación musical con 5 años, y ahora con 13 tiene muy claro que "la música es prioritaria" y que su futuro está estrechamente vinculado con el violín -pequeño, ligero y de sonoridad envolvente-, y con su sueño de "llegar a ser solista".

Alumna del Conservatorio Profesional de Música de Salamanca, María Ramos sabe que dedicarse profesionalmente a la música implica trabajo, dedicación y algún que otro sacrificio. Un camino para el que cuenta con un apoyo incondicional, sus padres. Compagina sus estudios con su formación musical, dedicando una media de "4 horas al día" al violín.

No será la primera vez que se suba al escenario, pero el próximo día 11 de junio lo hará con una compañía muy especial, un premio más en su ya corta trayectoria. María Ramos actuará como solista con la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca interpretando el Concierto No. 1 para violín y orquesta en Sol menor, una de las obras más importantes escritas para violín e interpretada por los grandes solistas de todos los tiempos.

El concierto, programado para las 19 horas en el CAEM, será el cuarto y último de la temporada de la Joven Orquesta, dirigido por Álvaro Lozano, y que contará también con la participación del clarinetista Xosé Antón Comesaña Pintos, ganador del Grado Profesional del Certamen de Interpretación Intercentros Melómano 2015, y con el solista Iván Plaus (trombón).