Salamanca y Soria han abierto el pasado fin de semana los plácidos congresos provinciales del Partido Popular, liberados de tensión una vez que la elección de los nueve presidentes se ha ventilado en las primarias celebradas previamente. A tenor de su puesta en escena, se diría que el gran protagonista de estos congresos, que se prolongarán durante los tres próximos fines de semana, está siendo el nuevo presidente autonómico,Alfonso Fernández Mañueco, que acude a ellos como candidato virtual que es a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones autonómicas.
El enviado especial de Génova al congreso de Salamanca, el vicesecretario Pablo Casado, se volcó en elogios hacia Fernández Mañueco, dando por hecho que seguirá la estela triunfal de José María Aznar, Jesús Posada, Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera, los cuatro insignes del partido que se han sucedido en la presidencia de la Junta a lo largo de los últimos 30 años. En su ditirambo, Casado llegó a referirse a Mañueco como "el Messi de Castilla y León", símil futbolístico que cambió por el de Cristiano Ronaldo tan pronto como cayó en cuenta de que el nuevo presidente autonómico del PP bebe los vientos por el club blanco. A todo esto, el reelegido presidente provincial, Javier Iglesias, fue refrendado con el 98,6 por ciento de los votos de los compromisarios.
El clima de hermandad se contagiaba incluso a Soria, donde, previa concesión de una serie de puestos en la nueva Ejecutiva, la mayor parte del sector critico encabezado por Antonio Pardo refrendó la candidatura de Mar Angulo, reelegida con el 88,4 por ciento de los votos, porcentaje superior en 26 puntos al registrado en las primarias. Tampoco faltó el elemento futbolístico en la intervención de la enviada especial de Génova, la vicesecretaria Andrea Levy, quién cargó duramente contra los aficionados que el sábado pitaron el himno de España en la final de la Copadel Rey.
En Soria, Fernández Mañueco se puso el traje de candidato para repartir estopa al secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, al que, tras el triunfal regreso de Pedro Sánchez, contempla con toda razón como su más directo contrincante en la carrera hacia las elecciones autonómicas de 2019.