El gobierno valenciano celebró el 15 de mayo, día de la familia, con una rueda de prensa de la Vicepresidenta del Consell que pasará a la Historia como modelo de lo que nunca se debe hacer cuando se tienen responsabilidades legales con colectivos vulnerables. Si los menores tutelados tuvieran algún tipo de asociación, ese día la hubieran llevado ante los tribunales por los juicios inciertos que se vertieron.
Los argumentos con los que se justifica el traslado de menores del centro de Segorbe han generado una alarma innecesaria en la opinión pública y atentan contra el honor de los educadores. Cuando utiliza los informes técnicos no lo hace por el supremo interés del menor. De haber sido así tendría que haber acudido ante la Fiscalía el mismo día de los «supuestos indicios de malos tratos». Lo hace por el supremo interés de sí misma y de su ostentosa incapacidad de poner en marcha una política pública basada en la justicia social. Aunque mejorables, las instalaciones son adecuadas; las medidas educativas están personalizadas y adaptadas a la situación de cada adolescente o menor tutelado; la comida está en condiciones aunque esté etiquetada como 'consumo preferente' y recogida con indicaciones municipales de los supermercados.
El ácido tono de resentimiento, odio y desprecio al trabajo que realizan las terciarias y terciarios capuchinos como titulares de estos centros, es una cortina de humo para justificar que muchos centros llevan más de 6 meses sin cobrar, que se ha cerrado Monteolivete y que se desconoce el nuevo perfil de los menores tutelados. Son declaraciones de un político que se apropia de la luz, de la claridad y de la verdad, que hace negocio electoral con los menores porque instrumentaliza el desamparo para endiosar más aún su prometeica figura y proyección política. 'Con ella llegó la Luz' podría ser el título de este nuevo melodrama donde por enésima vez se nos anuncia un nuevo modelo residencial. Modelo para el que se contratarán «cientos de trabajadores» que romperán la oscura «telaraña que atrapaba a niños y niñas, y no los soltaba». Analicen con detalle la nota de prensa, la escenificación y la dramatización porque no tiene desperdicio en el capítulo de políticas de odio, en términos de A. Glucksman.
Si añadimos las consignas internas a los funcionarios para que las imágenes que apoyan las declaraciones no sean del centro de Segorbe sino de Monteolivete, entonces comprobarán que no se ha elegido el 15 de mayo y las terciarias de manera azarosa. Hay explícita voluntad de dañar, alimentar un anticlericalismo incívico y ocultar la propia incompetencia. Antes de que suprima a Fray Luis Amigó del callejero, los socialistas valencianos deberían reconocer que tienen un grave problema con estos melodramáticos personajes cuya política ni es social, ni es inclusiva, ni se ajusta a la verdad.