Estos días se celebra una gran feria dedicada a los emprendedores. START UP OLÉ. Sin duda una buena ocasión para que muchos de los jóvenes y no tan jóvenes emprendedores puedan hacerse visibles al mundo empresarial y a la sociedad en general. Sin embargo detrás de estas ayudas tan necesarias y que están apoyadas por la Universidad, existe un entramado de redes que revolotean alrededor de ellos para sacar beneficios. Se aprovechan de las ilusiones y sueños de estas personas que ven en el emprendimiento una oportunidad para montar un negocio y desarrollar una carrera profesional al no encontrar salidas en el empleo de grandes empresas.
Muchos jóvenes quieren intentarlo y se lanzan a emprender motivados por las ayudas que se les ofrecen como son las reducciones fiscales, subvenciones y participación o emplazamiento en espacios como incubadoras o en el parque científico.
En el otro lado, no tan positivo están los que se aprovechan ofreciéndoles grandes oportunidades de negocio sobre todo los que les ofrecen financiaciones y créditos en teoría con buenas condiciones, pero que en muy corto plazo descubren que las gangas que les ofrecieron no eran tales y se encuentran atrapados en esa tela de araña de la que algunos no pueden salir. Empresas que les posiciones en las redes, que les ofrecen un marketing y una red de contactos, en la mayoría de los casos poco rentables para los recién estrenados empresarios.
Desde estas líneas invito a reflexionar sobre esta nueva burbuja del emprendimiento que está envolviendo a un gran número de personas, que ante la desesperación, se aferra a una salida, pero que ya son muchos los casos que lejos de salir adelante, caen en la red de oportunistas que saben sacar mucho beneficio de quienes sencillamente quieren tener una vida digna basada en la cultura del esfuerzo y el trabajo. Estos emprendedores se dejan la piel, los pocos ahorros o dinero que en ocasiones prestan sus familias para que puedan dar el primer paso y cuando se quieren dar cuenta ya es tarde para romper con las tramas que viven a costa de ellos.
Apoyemos a los emprendedores con dignidad y buena fe y no enriqueciéndose a costa de su escasa experiencia empresarial.