Nunca va a ser ayer; siempre mañana...
I
Es tan grande el amor que, amor, nos une
y tan corto el umbral que nos separa...
Es tan firme la unión en la distancia
y tan fugaz el tiempo que se intuye...
Es tan real el sueño que descubre
un horizonte nuevo que se alcanza...
Es tan madura nuestra ingenua calma
nacida del amor, que a amor acude...
Mas, a veces, abrazos de la noche
clavan hielo y dolor en la ternura
y parece que amor huye y se esconde.
Pero siempre amanece tras la aguda
sensación angustiada; amor, entonces,
tu luz se hace tan fuerte que se escucha...
II
Te necesito, amor, dulce y cercana;
te necesito piel y pensamiento,
sueños en tierra y mar de nuestros sueños,
libre caricia al ser de amor esclava.
Te necesito, amor, firme y amada;
te necesito fuente de agua y fuego;
calma, llamada, luz, azul silencio
que da la plenitud de las palabras...
Te necesito, amor, y veo distancia
cubierta del amor de nuestro hijo
y a veces del amor de alguna lágrima,
tinta del verso eterno que te escribo.
Te necesito, amor, en cuerpo y alma;
siempre mañana, amor, te necesito...
III
Es ilusión ser el primer soneto
los primeros poemas, los primeros amores
recuerdos que buscamos casi siempre
para que no lo sean, para que vuelvan
para volverlo a ser, así sea poco, falso
la ilusión de tomarte de la mano
la de volverme tu primer soneto
la de volvernos el primer soneto
siquiera el primer
verso
be[r]so
IV
Pilar
Me pides un poema:
que te duerma en un verso nuestro tiempo,
todo el tiempo.
Hace mucho que no te escribo nada, parece,
pero sabes que eres tú quien escribe,
que aquella noche de hace ya algunos años
todavía no amanece;
que estamos empezando.
De momento, se esconden los sonetos;
quizás ahora sí se volvieron
una especie de cárcel:
no puedo aprisionarte en una rima...
Este momento extraño que nos toca vivir,
que a veces nos asusta,
solo tiene un absurdo, y no lo vemos:
pensar que alguna vez no estemos juntos.
En fin, que tal vez somos
un poquito más viejos;
ya dejamos la casa,
ya hemos llorado muertos;
ya no podemos ver
dónde termina el tiempo,
pero sabemos que allí están nuestras sombras.
@ignacio_martins
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