Desde que fue elegido presidente autonómico del partido, Alfonso Fernández Mañueco se está viendo obligado a proclamar, un día sí y otro también, su neutralidad ante los nueve congresos provinciales a celebrar en las próximas semanas. Ayer volvió a hacerlo en los salones del madrileño hotel Ritz, donde acudió al desayuno del ciclo "SmartCity, foro de la NuevaCiudad" en el que ejercía como ponente el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco.
Sin embargo, no parece que Mañueco eligiera el mejor ejemplo -¿o sí?- al citar como modelo de neutralidad la mostrada por Juan Vicente Herrera en las primarias autonómicas disputadas con Antonio Silván. Al margen de los conocidos pronunciamientos realizados por significados miembros de la guardia pretoriana de Herrera, ni siquiera ha quedado claro que el presidente de la Junta cumpliera su compromiso de votar en blanco. De hecho, en el primer resultado publicado por el PP de Burgos no figuraba ningún voto blanco, circunstancia que fue subsanada más tarde con la milagrosa aparición de una papeleta que permitía salvar los muebles al presidente de la Junta.
Mañueco ofició en Madrid como presentador de Polanco, a la sazón presidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias, cuya directiva estuvo ampliamente representada en el desayuno. Ni siquiera en el Ritz se libró su vicepresidente segundo y presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, de la sombra del concejal vallisoletanoBorja García Carvajal, su rival en la carrera por la presidencia provincial del PP. Otros cuantos alcaldes y presidentes de Diputación, así como varios diputados y senadores ociosos, valga la redundancia, completaron la figuración del desayuno.
Dos de los tres consejeros palentinos de la Junta, Carlos Fernández Carriedo y Milagros Marcos, arroparon también a Polanco. Carriedo, presidente provincial del PP de Palencia, no ha renunciado a presentarse a una reelección que -salvo que Génova establezca una excepción- ha pasado a ser incompatible con su actual cargo de consejero.