SATSE se opone a que se relegue a las Direcciones de Enfermería en la toma de decisiones porque supondrá precarizar más las condiciones laborales de las enfermeras
El Sindicato de Enfermería, SATSE, de Castilla y León ha emprendido varias acciones para impedir los cambios que se plantean en la estructura de la Gerencia Regional de Salud y que hacen depender las Direcciones de Enfermería de una Dirección de Procesos, relegando a esta profesión a un segundo plano porque esa Dirección de Procesos no estará dirigida por una enfermera. La decisión tiene repercusiones en la asistencia porque se da más prioridad a cuestiones de gestión y económicas que a las asistenciales.
SATSE ha enviado cartas a todos sus afiliados de la Comunidad explicándoles la situación y los cambios que pretende la Consejería de Sanidad y ha iniciado una recogida de firmas para que los profesionales enfermeros manifiesten su postura contraria a esta decisión, que supone un retroceso profesional para ellos.
Se ha modificado la normativa regional y el siguiente paso es transformar el organigrama de Sacyl, de modo que se anulará la capacidad de gestión de las Direcciones de Enfermería, creadas en 1988 en el Insalud. Hasta ahora, estas direcciones estaban al mismo nivel de decisión que la Dirección Médica y la Dirección de Gestión, mientras que con los cambios que se introducen ahora, habrá una Dirección Económica y, al mismo nivel una Dirección de Gestión y otra Dirección de Procesos. La Dirección de Enfermería dependerá funcionalmente de esa Dirección de Procesos, rebajándola un nivel en la toma de decisiones.
El director de Procesos será quien dirija la organización de la actividad asistencial de todos los profesionales independientemente de su categoría profesional, y en lugar de avanzar en nuestras competencias, esto supone un retroceso para la profesión enfermera. El director de Gestión, puesto que estará ocupado por un economista, un abogado, etc., organizará las plantillas de Enfermería, decidirá si se ponen sustitutos, si es necesario incrementar la plantilla de enfermeras, etc., mientras que según la Consejería, las Direcciones de Enfermería perderán toda la capacidad organizativa.
"Esto es un retroceso para la profesión enfermera porque será dirigida por profesionales no enfermeros que desconocen las particularidades de su actividad diaria, planificación de turnos, sustituciones, funciones específicas de su puesto de trabajo, etc". SATSE considera que lo que se necesitan son enfermeras que dirijan, gestionen, planifiquen, organicen y tomen decisiones en la organización de la asistencia sanitaria.
SATSE no se opone a una gestión eficaz de los recursos sanitarios, pero alerta de que el modo en que se plantean estos cambios de estructura indica que la prioridad máxima es dar más peso a cuestiones económicas y no a las necesidades asistenciales, que sí conocen perfectamente los profesionales de enfermería. Este Sindicato teme que esto signifique que se continúe profundizando en la precarización de las condiciones laborales de las enfermeras, reduciendo plantillas y sustituciones de personal, sobrecargando su trabajo, lo que es tremendamente negativo para la asistencia.
El Sindicato de Enfermería recuerda que los índices de mortalidad de la población están directamente relacionados con el número de pacientes asignados por enfermera, de modo que si se aumentan las cargas asistenciales de los profesionales enfermeros y estos no participan en la toma de decisiones, a la vez que se reduce su número, las consecuencias pueden ser muy graves.
SATSE considera que los profesionales de enfermería están plenamente capacitados para organizar su trabajo y para formar parte en la toma de decisiones. Además, sería positivo porque tienen una importancia clave en la gestión eficiente y eficaz de los recursos sanitarios y el gasto que estos implican. Si no se la tiene en cuenta para esto y se priman los intereses económicos por encima de los asistenciales, la asistencia sanitaria se resentirá inevitablemente.