Sevilla y Madrid son el barómetro que marcan la trayectoria taurina, por el cual se rigen, a tenor de lo sucedido en estas plazas, el resto de las ferias de la temporada
Pasadas las primeras ferias del Levante, en las que, en realidad y salvo raras excepciones, nunca se descubre nada nuevo. Son ferias como de entretenimiento, como para irse soltando del entumecimiento invernizo, y en las que a toros y toreros, no se les tiene mucho en cuenta.
Son: sin duda Sevilla y Madrid el barómetro que marcan la trayectoria taurina, por el cual se rigen, a tenor de lo sucedido en estas plazas, el resto de las ferias de la temporada.
Al prestigio que siempre tuvo la Maestranza, estuvieron unidos los toreros figuras del escalafón, Y en esas estamos que, los carteles de esta feria del 2017 ya están en la calle, se me antojan carteles bien rematados, - evidentemente siempre falta o sobra alguno-, pero en general tienen como digo, buena pinta.
Es una lástima que de Salamanca sin apenas representación y no forme parte de esa carteleria, que se repitan algunos toreros, y que en los mismos no se encuentre Juan del Álamo, en mi opinión creo, se ha ganado el derecho a estar en las ferias de "Postín" pero a buen seguro entrara, a la primera sustitución, tampoco estará Fandiño, que ha perdió el crédito, y se lo ha ganado López Simón, más un ramillete de jóvenes que vienen pidiendo un sitio -esto es así- camarón que se duerme se lo lleva la corriente- , veremos si el"pagalotodo" acudirá en buen numero a la plaza y Morante como base de la feria impone su arte, y vuelve Sevilla, su Maestranza y su Giralda a vestirse las mejores galas en cuanto amanezca la feria elegante, de luz y color.
Para la fiesta, no cabe duda que Sevilla, tiene un reconocimiento, con solera y respeto bien ganado; donde creo que, es el único sitio donde no se siente la morriña y la melancolía en estos días de Semana Santa. Tiene la facultad y el carisma de la alegría, de hacer dulce y festivo lo que, a nosotros por estas tierras nos causa cierta serenidad y tristeza.
También es cierto que, Semana Santa en Sevilla es el prologo de su feria taurina, tan deseada, que viven lo primero con una pasión y sentimiento entrañable, que se tornan alegres y bulliciosos, o que por el contrario pueden guardar un silencio sepulcral que encoge el alma, cuando al paso del Gran Poder una saeta surge de cualquier portal, balcón o cadena humana, que espera el paso del Cristo. Otro silencio, que siempre tuvo su aquel, se produce en la Maestranza, que se rompía con el olé seco, rotundo, uniforme y emocionado, cuando el torero de turno, torea profundo, ligado y reunido.
Me confeso cierto Maestro en una ocasión que, el olé de Sevilla es distinto de otras plazas; es vibrante, ayuda a confiarte, da calor, tiene un sabor agradable. No se puede discutir, que es una plaza torerista que mima y mitifica sus toreros, pero que siempre cuido la presentación del toro, o al menos siempre lo hizo, aunque como bien todos sabemos, lo mucho que han cambiado las cosas en esta fiesta.
Esta segunda cita importante de Sevilla, ya es otra cosa; el paréntesis transcurrido desde Fallas, hasta el comienzo ferial de Abril, ha dado tiempo a los diestros, al menos para probarse y ponerse en forma, aunque muchos de estos hayan estado en tierras americanas. Todo tiene más luz, color perfil y sentido, así como mas influencia en la configuración de la temporada.
No decide como ocurriera en otros tiempos, pero orienta; sus carteles, sino permiten un desfile de todos los toreros, que interesan, si están al menos los más importantes. El caso que para esta próxima a comenzar, los carteles están en la calle, y todos nosotros debemos de alegrarnos, de la bonanza, donde al parecer repetirán toreros, muy del estilo y proceder en la Maestranza Sevillana. "Vamos a ver si le ponemos, un color aún más especial".
Fermín González Salamancartvaldia (Blog Taurinerias)