La nueva sede en Segovia de la Tesorería General y del Instituto Nacional de la Seguridad Social lleva abierta al público desde el pasado mes de septiembre, pero no se ha inaugurado hasta este 4 de abril. Causalmente, el acto se ha hecho coincidir con el día en el que el ministerio de Empleo y Seguridad Social hace público los datos sobre paro registrado y afiliaciones a la Seguridad Social. Naturalmente, datos positivos. Tan buenos como para que el mismísimo Mariano Rajoy hiciera un hueco en su apretada agenda y acompañara a la ministra Fátima Báñez en tan retardada inauguración.
Los datos -sobre todo el de los 161.752 nuevos afiliados a la SeguridadSocial- le permitían a Rajoy sacar pecho sobre el volumen de empleo (de la calidad, mejor no hablar) generado por la política económica del Gobierno. Pertrechado de ese incremento de la afiliación, que ha sido de más de 600.000 cotizantes en el último año, el presidente se mostró de lo mas optimista sobre el futuro de las pensiones. Y eso que ayer mismo se supo que en los nuevos Presupuestos Generales del Estado se ha incluido un préstamo de 10.192 millones de euros a la Seguridad Social con el fin de no agotar el Fondo de Reserva (la famosa hucha de las pensiones), que ha caído de los 82.357 millones con que contaba en 2011 a tan solo15.200.
Fuera de su discurso oficial, Rajoy eludió a los medios de comunicación, que en la mañana de ayer estaban muy interesados en recabar su opinión sobre la suerte de Pedro Antonio Sánchez, el ya ex presidente de la Región de Murcia. A esa hora, mandatado por el propio Rajoy, el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, se encontraba en Murcia dándole el último empujoncito a Sánchez.
En Segovia, Rajoy se encontró, por razón de sus cargos, con unos cuantos correligionarios protagonistas del pasado congreso autonómico del PP de Castilla y León. De un lado, el presidente de la Junta y ex del partido, Juan Vicente Herrera, y el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo. De otro, el nuevo secretario autonómico, Francisco Vázquez, y la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, los dos principales puntales del nuevo PP de Fernández Mañueco.