En la Galería Adora Calvo expone desde el día 1 de abril Diego del Pozo Barriuso. A la inauguración de la muestra asistió Lun Yang. Dos artistas de nivel.
Lun Yang (que, entre otros primeros premios, ganó el XIV Certamen de Jóvenes Pintores de la Fundación La Gaceta) nació en Taipei, la capital de Taiwan, y reside buena parte del año en Salamanca. Diego del Pozo (entre cuyas distinciones figura un Premio de Creación Artística de la Comunidad de Madrid) nació en Valladolid y vive en la capital de España. Ambos cursaron la carrera en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. La distancia de sus orígenes podría hacer pensar en grandes diferencias entre sus obras artísticas ?de hecho, son distintas en cuanto a técnicas y ejecución?, sin embargo coinciden en un enfoque de la pintura y el dibujo más conceptual que objetual. También comparten un claro propósito de mantenerse en las tendencias de la vanguardia contemporánea y un cosmopolitismo que les ha llevado a trabajar y exponer en diversos países.
El lema de la exposición de Diego del Pozo Barriuso en la Galería de la calle del Arco es Tocar, no dominar. Encuentro en esta muestra un interesante contraste entre dos polos: el de las ideas, las sugerencias y lo surreal ?lo inmaterial, en definitiva? y el de la variedad de los soportes y los materiales: piezas textiles, fotografías, colages, reproducción de grabados...
La última exposición de Lun Yang se tituló Espacios de vacío. Ella define el proceso conceptual de su obra como "el proceso de cómo surge el vacío desde el interior". La sensación que predomina es la fluidez. Las manchas ?por lo general en capas superpuestas con predominio del negro? son fluidos vivos y atrevidos que hablan de una forma de concebir el arte más allá del mero concepto de "lo bonito".
Conviene dedicar a los profesionales de las Bellas Artes un poco más de atención en Salamanca, donde se da la paradoja de poseer un alto nivel de docencia artística ?con numerosos centros? y una asistencia muy escasa a las exposiciones, tanto institucionales como privadas. Entre los factores a considerar para establecer la calidad de vida de una población, yo incluiría el índice de participación del público en las actividades del Arte. Y en lo tocante a las artes plásticas, la capital salmantina deja mucho que desear.