Arropado por toda la cúpula del Partido Popular y acompañado de sus seres queridos, Alfonso Fernández Mañueco fue elegido, en el día de ayer, nuevo Presidente del PP de nuestra tierra, Castilla y León.
Los calificativos con que todos y cada uno de los intervinientes en el XIII Congreso Regional de los populares castellanoleoneses se dirigieron a nuestro querido Alcalde salmantino fueron, sin duda alguna, muy positivos y reconfortantes para él.
Pero todo elogio es merecido, cuando te das cuenta de la vocación permanente de servicio público que, a lo largo de su ya dilatada carrera política, ha manifestado siempre Alfonso.
Un hombre comprometido, cercano, que sabe escuchar, amigo y, sobre todo, un hombre de partido. El nuevo Presidente es una persona que ha demostrado siempre su talante político, su predisposición al diálogo, su vocación integradora y de cohesión entre todas las gentes de esta gran tierra.
Pero su deseo de unidad no queda solo en el programa electoral, no queda solo en discursos, se materializa. Un claro ejemplo lo tenemos en la forma en que se ha producido el proceso de elección del candidato a la presidencia del PP de Castilla y León.
Mañueco siempre ha mostrado hacia Antonio Silván su máximo respeto, su admiración política y hoy, más que nunca, son dos buenos amigos que, además, seguirán trabajando juntos en la Dirección del partido regional.
Los 15 años que lleva nuestro nuevo Presidente como Secretario General le avalan, más que de sobra, para desempeñar su nuevo cargo sobre un territorio que conoce como la palma de su mano, por el que tanto ha viajado, en el que tantos amigos ha hecho y en el que ha resuelto los problemas y las inquietudes de tantos y tantos castellanoleoneses.
Se abre una nueva etapa en el Partido Popular de nuestra tierra, pero no será una etapa de incertidumbre, sino una etapa de continuación a un gran legado, el legado de Juan Vicente Herrera, heredado a su vez de sus predecesores: Juan José Lucas, Jesús Posada y José Mª Aznar.
En su intervención ayer en el Congreso Regional, el Presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, decía con un cierto toque de humor que "si alguien quiere ver a un Ministro, que se pase por Castilla y León, que tiene de sobra". Yo me atrevo a llevar más allá sus palabras y les aseguro que, si alguien quiere ver políticos cercanos, comprometidos, pegados a sus gentes, preocupados por sus problemas, gobernando para toda la Comunidad, la provincia, la ciudad o el pueblo en que han sido elegidos, y no solo para las personas de ese territorio que les han votado, si quieren verlo, entonces deben venir a Castilla y León.
Quiero manifestar, por tanto, desde aquí, todo mi apoyo y mi cariño a Alfonso Fernández Mañueco, nuestro nuevo Presidente del PP de Castilla y León, y desearle el mejor de los éxitos en la nueva etapa que comienza, apasionante e intensa sin duda, pero que estoy convencido desempeñará con el mismo tesón, con el mismo esfuerzo, con las mismas ganas que ha puesto en ella hasta hoy. ¡Enhorabuena y mucho ánimo, Presidente!