La Semana Santa ha comenzado de manera oficial en la noche de este sábado y lo hace pregonada, este año en la voz de la Doctora en Musicología, pianista y cofrade peñarandina Virginia Sánchez Rodríguez, quien realizaba un sentido y original repaso histórico de la semana de pasión local a través de los sonidos que han forjado su andadura año tras año.
Unas profundas palabras, cargadas de sentimientos y recorridos vitales a través de la música ya que, tal y como afirmaba "Quien canta, reza dos veces. Esta es una visión que comparto plenamente, pues mi pasión por la música y mi fe están íntimamente ligadas".
Virginia realizaba un recorrido posterior por cada una de las estaciones procesionales peñarandinas así como por las imágenes protagonistas de dichos actos, siempre con la música como arropo fundamental ya que, tal y como destacaba "el arte sonoro puede otorgar una riqueza cultural y un añadido espiritual que ayuda a mantener viva la memoria colectiva y que contribuye no solo al desarrollo artístico y cultural, sino al incremento de la devoción cristiana y cofrade, que es la esencia de cualquier manifestación popular vinculada con la Pasión y Muerte de Nuestro Señor. Y con la idea de arte sonoro, no me refiero exclusivamente a la existencia de música en los ritos proce
sionales, sino a todas aquellas músicas y sonidos que, de una u otra forma, configuran la imagen global de la Semana Santa en Peñaranda".
Durante el acto del pronunciamiento del pregón se entregaron, asimismo, los premios del XXIV Premio Nacional de Poesía de la Hermandad de Cofradías. El ganador de este año, el salmantino Ángel González Quesada, ofrecía el poema que le ha convertido en triunfador del certamen, ritual que repetía el accésit que este año recaía en el segoviano Amando García Nuño. Además de ello se entregaban los galardones del I Premio Nacional de Fotografía de la Hermandad, cuyo triunfo recaía en Víctor Javier Sáez Pérez, quien no podía asistir por motivos personales, recogiendo su premio el doblemente premiado en segunda y tercera categoría, Aurelio Ispierto Caballero.
El acto ponía su broche final con una pequeña actuación de la pregonera de este año. Virginia ofrecía un recital de piezas clásicas al piano, un sonido con el que se marcaba la cuenta atrás para la llegada del Domingo de Ramos y con ella la actividad frenética en la ciudad.
Un acto con el que se ponía punto final al paso previo para la llegada de la Semana de Pasión, cuyo inicio se hará oficial el próximo Domingo de Ramos.