BÉJAR | Los hermanos, dirigidos por el párroco Félix Pérez, ponen en escena una representación cuaresmal de la Orden Franciscana
El Convento de San Francisco ha retrocedido en el tiempo para acoger la representación cuaresmal del Piadoso Ejercicio de las Cinco Llagas de Nuestro Divino Salvador, una recreación propia de la Orden Franciscana, como se puede ver de manera simbólica en los escudos pertenecientes a esta congregación que adornan las enjutas sobre los arcos del claustro.
La Seráfica Hermandad del Divino Salvador en su Pasión y Nuestra Madre Dolorosa, en compañía del párroco de las iglesias de El Salvador y Santa María la Mayor, Félix Pérez, por segundo año consecutivo han puesto en escena este auto sacramental, al que han acudido 25 hermanos vestidos con los hábitos de su congregación, en un acto de reflexión y recogimiento, que sobrecoge en un marco como el del Convento de San Francisco.