¡Te lo he dicho mil veces! Que nunca tires la toalla, que si te duelen los pies cambies de zapatos pero no dejes de bailar, que el que la sigue la consigue?
Pero es que hay veces que nos empeñamos en tirar por donde nos esta
mos dando cabezazos con la pared, y muchas veces es mejor rodearla, porque si no nos hacemos daño y lo dejamos por imposible.
Así que... da el rodeo, salta la pared, tírala... pero la meta está detrás. ¡Nunca lo olvides!