Con su torre campanario
es dorada su prestancia
toca a misa y al rosario
y te embelesa su gracia.
Su tañer es como sones
con rima de melodía
y como bellas canciones
en la noche y en el día.
Parece que toca el cielo
escondida tras la niebla
es como novia con velo
pareciera que te habla.
Elegante y altanera
fue sacada de la mina
y su piedra reverbera
en el agua cristalina.
Ella en el Tormes se mira
y se trasluce con gracia,
los rayos de sol cual pira,
doran a su piedra franca.
Reflejada su hermosura
sobre las aguas serenas,
yo te quiero Salamanca
cada día me enamoras.
Andrés Barés Calama.