ECONOMíA
Actualizado 24/03/2017
Redacción

El sueldo no es un factor clave para la satisfacción laboral, así como tampoco es un elemento motivador en sí mismo

La mayoría de los trabajadores nos preocupamos por muchos aspectos, uno de ellos es el de poder conocer métodos para ahorrar dinero, así como obtener aumentos en nuestros puestos de trabajo.

Sin embargo, no a todos los empleados les viene esta idea como máxima de vida, ya que para ellos ?aunque parezca increíble- el factor salarial es secundario, en relación con otros elementos que exigen a sus puestos de trabajo, y el dinero no lo es todo para ellos.

Al momento de evaluar la felicidad laboral, hay empleados que consideran otros elementos, aparte de poder aumentar ingresos, tales como: un buen ambiente empresarial, el poder desarrollar sus habilidades y capacidades, tener un horario que les permita equilibrar su vida familiar con su vida laboral, así como la estabilidad laboral. El último factor, sería el salario.

Distintas firmas, especializadas en gestión de talentos y recursos humanos, han realizado encuestas en las cuales los empleados han dado a conocer que el sueldo que perciben no es el factor más relevante que determina su felicidad en un puesto de trabajo.

Hay quienes incluso expresaron estar en disposición de cobrar menos a cambio de tener una mayor felicidad laboral.

Ello podría llevarnos a afirmar que el sueldo no es un factor clave para la satisfacción laboral, así como tampoco es un elemento motivador en sí mismo. Por ejemplo, un profesional que siente insatisfacción en su puesto laboral porque no le permiten progresar o porque no se sienta a gusto con el horario, aun si recibe una compensación en su salario, aunque le pueda satisfacer momentáneamente, a la larga continuará sintiéndose incómodo.

Para el departamento de Recursos Humanos, entre cuyos objetivos se encuentra la satisfacción y la motivación de los empleados, este hecho podría resultarle frustrante ya que supone retos al momento de retención del talento.

Esto demuestra lo poco acertada que es la creencia popular de que el ser humano sólo se mueve por dinero. Claro está que muy pocos trabajan por amor al arte, pero hay ciertos perfiles para los cuales el indicador salarial les resulta poco relevante, o para quienes puede ser algo básico ?como los perfiles de menor calificación o peor pagados-.

Antes de intentar motivar a un trabajador con un aumento de sueldo, resulta conveniente predecir si esto tendrá en él los efectos que se desean, puesto que de acuerdo a su perfil, responderá de distintos modos:

La estrella: el empleado con este perfil anhela el reconocimiento, el respeto y admiración de su equipo de trabajo. Por ello, si ha cumplido los objetivos que le han sido encomendados y queremos recompensarle, quizá no sea suficiente un aumento salarial, sino un reconocimiento público de ser posible para que toda la compañía sepa que lo ha logrado.

El poderoso: este perfil desea poder de decisión, así como dirigir a otros compañeros de la empresa. Se caracteriza por ser un líder, y para motivarles lo más recomendado es darles responsabilidades, para que pueda promocionar en la y mejorar sus expectativas profesionales.

El independiente: a este trabajador jamás le quites su autonomía ni la flexibilidad en su horario a cambio de concederle un incremento de sueldo, porque la verdad es que acabará por marcharse. Pues, ellos necesitan tener su espacio para tomar decisiones y funcionar bajo sus directrices.

El creativo: lo más idóneo para mantener motivado a este perfil de trabajador es dejarle participar durante la creación de ideas (brainstormings) y cederle proyectos que requieran de soluciones originales. Disfrutan que su creatividad sea reconocida.

El altruista: estos empleados necesitan sentir que todas sus acciones repercuten de forma beneficiosa en su comunidad, por ello prefieren organizaciones comprometidas en las que puedan aprender cosas nuevas y retroalimentarse.

El estable: no importa si a este perfil le ofrecen un sueldo mucho mayor, la verdad es que jamás dejará su puesto de trabajo predecible y seguro con responsabilidades rutinarias, y menos si el nuevo puesto resulta cambiante e indefinido, ya que esto podría causarles ansiedad y estrés.

El sociable: el empleado que encaja en este perfil muestra preferencia por los entornos laborales en los cuales pueda relacionarse y poder ayudar a sus compañeros, a los cuales considera como sus colegas. Si un puesto no les provee estas condiciones de relaciones interpersonales, terminarán por deprimirse.

Edith Gómez
Editora - gananci.com

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