OPINIóN
Actualizado 22/03/2017
Redacción

La memoria suele ser frágil. Y cabe recordar la movilización de un buen sector de la población salmantina, sobre finales de los setenta y principios de los ochenta, radicalmente en contra de la instalación de la fábrica de enriquecimiento de combustibles nucleares en sus alrededores. Dos profesores de la universidad se pusieron al frente de aquella protesta colectiva: el profesor Galán y E. Battaner (sólo el segundo vive actualmente). Ellos encabezaron casi todos los actos en contra del proyecto en distintos foros de audiencia. Muchos salmantinos acudimos a escucharles y seguirles fielmente. También vinieron altos dirigentes de Enusa y autoridades en la materia para aclarar puntos de vista a favor. Y recuerdo también un intento de conferencia por parte de altos dirigentes de la JEN, altamente contestado y hasta casi abortado, en los salones de la Facultad de Ciencias. En fin que fueron tiempos muy, muy movidos.

También asistí junto con otros cientos de ciudadanos a la convocatoria caminando desde Salamanca hasta la campa próxima al pueblo, como señal de protesta. La carretera frente al pueblo estaba fuertemente tomada por miembros antidisturbios muy bien equipados. Y algo imponía aquella cosa. Allí hubo discursos y todas las palabras posibles en contra de la instalación. Sin más incidentes transcurrió el acto. También existía temor y desaprobación en el balneario tan próximo. Y la fábrica se terminó construyendo y empezó su funcionamiento en 1985.

Dos de mis acompañantes en dicha marcha acabaron con los años trabajando en la fábrica de Juzbado. Congruencias de la vida misma o incongruencias de la mala información y de cierta inmadurez alocada. Y el balneario cercano que hoy en día sigue funcionando y llenando más habitaciones que anteriormente. Y siempre que paso por aquellas cuestas y miro la fábrica al horizonte me acuerdo de todo aquello.

También debieron talarse encinas. Y alterar algo el paisaje. Pero se crearon 359 puestos de trabajo (incluidos mis dos amigos contrarios al proyecto). El pueblo algo cambió de fisonomía y la economía de sus arcas. Y todo esto, que ya no es más que recuerdo, se me viene a la memoria (tan frágil) con esta movida similar de ahora al sur de la provincia y otro bello balneario de por medio implicado.

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