OPINIóN
Actualizado 18/03/2017
José Antonio Mirón

En el ámbito sanitario cuando un médico quiere saber lo que le pasa a un paciente. Es decir, sus problemas y necesidades: en primer lugar, se le pregunta y se le escucha, en segundo lugar, se le observa y explora y, finalmente, se hacen pruebas que permitan establecer un diagnóstico, para instaurar un tratamiento. Cuando se trata de la población se trata de obtener una foto comunitaria con la información que aportan los distintos registros del Sistema de Información y, que elaboran las Instituciones para identificar los problemas y las necesidades y, establecer programas que reduzcan y controlen la situación

Desde mi punto de vista, siendo consciente que los datos que se manejan son datos agregados y, no muy rigurosos cuantitativamente, porque constituyen la punta del iceberg de lo que realmente ocurre. Aun así, los datos oficiales ponen en evidencia que padecemos un problema cada vez más frecuente y prevalente de excesiva agresividad y violencia generalizada, tanto verbal, psicológica como física que se expresa como:

Violencia doméstica, de género y entre hijos y padres?.Acoso laboral y escolar?

Consumo excesivo de alcohol y accidentes de tráfico?

Consumo de drogas y muertes violentas?Robos con intimidación y violencia?

Agresiones a médicos, docentes y educadores...

Todos estos acontecimientos, aunque se dan con mayor frecuencia en determinados grupos de edad, no saben ni de clases sociales ni de grupos poblacionales,

Todos ellos y, algunos más, que se observan en el ámbito sanitario y se enmascaran de enfermedades somáticas, cuando en realidad no lo son, porque se deben a síntomas predominantes como la ansiedad, el estrés, la insatisfacción, la frustración, etc. Ponen de manifiesto que debe existir un factor determinante común y transversal a todos los grupos sociales y a todos los grupos de edad. Cabe preguntarse, ¿qué está pasando?. Cuando estamos en la Sociedad más avanzada en ciencia y tecnología y, en un contexto económico, cuyos niveles son de los más altos alcanzados. Por tanto, ¿cuál es la causa-raíz de esta problemática social?

Se analice el problema que se quiera y, con cualquiera de las herramientas metodológicas para encontrar la causa-raíz de todos estos efectos adversos graves para la Sociedad. Todos tienen en común un factor predisponente y determinante, el déficit de Educación, no de instrucción. La Educación es una herramienta básica que puede adquirirse con la instrucción; pero no necesariamente. Se adquiere en el hogar, en la familia y en las sociedades saludables aportando a los individuos normas, derechos y deberes, razones, argumentos, comprensión, paciencia y, los valores necesarios e imprescindibles para vivir con respeto, tolerancia y compromiso ético.

Si a esta situación se le añade, como así ha sido, la cultura predominante de mirar para otro lado, se puede afirmar que el problema social complejo que existe tiene muy difícil solución mientras no seamos conscientes de que todos, ciudadanos, instituciones y estamentos sociopolíticos, debemos priorizar la Educación como la herramienta básica que afecta a la esencia misma del ser humano y, lo hace social y trascendente.

JAMCA

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