La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, destaca que en el pasado ejercicio se superaron las previsiones iniciales y, "pese a las incertidumbres, no hay por qué pensar que en 2017 vayamos a crecer menos del 2,5% previsto (por la Junta)"
La economía de Castilla y León registró en 2016 su tercer ejercicio de crecimiento consecutivo con un avance del Producto de Interior Bruto del 3,2%, dos décimas más que en el año anterior, y con la misma tasa en cuanto a incremento de los puestos de trabajo a tiempo completo, con una creación de 30.913 empleos medidos de esta forma. El PIB logró así su mejor dato desde 2007, año en que creció en 3,7% y entró en un periodo de crisis que dejó una gráfica con más valles que picos.
En la presentación de los resultados de la Contabilidad Regional, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, ha destacado que en 2016 se superaron las previsiones iniciales y, «pese a las incertidumbres, no hay por qué pensar que en 2017 vayamos a crecer menos del 2,5% previsto (por la Junta), ni que vayamos a tener un resultado peor que el conjunto de España».
Lo cierto que es que el año pasado la economía regional fue de más a menos en los cuatro trimestres. Comenzó con un ritmo de crecimiento del 3,5%, que pasó a ser del 3,4% en el segundo trimestre, del 3% en el siguiente y del 2,9% en el cuatro y último. La media anual se situó así en el 3,2%, idéntica tasa a la nacional y muy superior al 1,7% de la Eurozona o el 1,8% de la UE. «Somos la locomotora europea», ha recordado Del Olmo.
Sobre el futuro, la responsable económica de Castilla y León ha señalado que «tanto el 'brexit' como el 'efecto Trump' y la evolución de los tipos de interés o del petróleo son inciertas, pero las perspectivas de las empresas no son malas, la industria parece que va a ir bien y los menores de 45 años ven el futuro con optimismo». También ha reconocido que «la inflación podría afectar a la buena marcha del consumo», que «la evolución del sector servicios es complicada de pronosticar», y que «Castilla y León cuenta con un sector agroganadero y una industria extractiva de más peso que en otros lugares, ambos difíciles para hacer previsiones». «Este año no tiene por qué ser peor que el anterior, salvo por imponderables», ha añadido.
Sectores
En el cuarto trimestre del año pasado se produjo un mayor crecimiento del Valor Añadido Bruto de todos los sectores excepto el servicios. El primario experimentó una variación interanual del 6,2%, gracias al crecimiento de la producción agrícola y a un menor decremento de la ganadera. La industria registró un incremento del 3,3% en el periodo, más del doble que en el inmediatamente anterior, como consecuencia del mejor comportamiento de las ramas energéticas, que crecieron el 8,7% interanual (-10,5% en el trimestre precedente) y pese a que las manufactureras se desaceleraron ocho décimas, hasta el 2,5%, debido a una menor aportación de la rama del material de transporte y a la contribución negativa de otras como las alimentarias y madera y corcho.
El sector de la construcción se aceleró en el cuarto trimestre del año, pasando del 1,7% al 2,3%, por una mayor actividad de la edificación y de la obra civil, mientras que el VAB del conjunto del sector servicios anotó un menor aumento respecto del anterior periodo (2,7%), como consecuencia de un descenso en el componente de no mercado, ya que en los servicios de mercado la variación anual fue del 3,8%, igual que en el trimestre precedente.
Desde el punto de vista de la demanda, en el cuarto trimestre de 2016 se mantuvo la aportación de la demanda interna al crecimiento del PIB en el nivel de 3,6 puntos porcentuales. La contribución del sector exterior continuó siendo negativa en este trimestre. El gasto en consumo final se incrementó el 3,8% entre octubre y diciembre, igual que en el tercer trimestre, como resultado del menor crecimiento del consumo final de los hogares (3,1%) y del mayor aumento del gasto del sector de las Administraciones Públicas (5,8%).
En cuanto a la formación bruta de capital (inversión), contabilizó una subida del 1,7%, inferior a la del periodo julio-septiembre, menor que el 2,5% del tercer trimestre, debido a la desaceleración de la inversión en bienes de equipo y de construcción.
El sector exterior presentó una aportación negativa de 0,7 puntos porcentuales al incremento del PIB en el cuarto trimestre del año, ya que hubo mayor aceleración en las importaciones (1,3%) que en las exportaciones.
El empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, reflejó un incremento interanual del 3,1%, 1,4 puntos menos que en el trimestre anterior, con una menor contracción en la construcción, una desaceleración en la industria y los servicios y una caída en el sector primario.
Balance anual
En el conjunto de 2016, el resultado fue de un mayor incremento del VAB del sector primario (5,8%) y de la industria (4,3%), mientras que el de la construcción se desaceleró (1,7%) y los servicios aumentaron el 2,9%, igual que en 2015.
En la industria, las ramas manufactureras se aceleraron hasta alcanzar el 5,2%, mientras las ramas energéticas registraron un descenso del 1,9%, inferior al observado en 2015. Dentro de los servicios, fue mejor el comportamiento de los de mercado, que pasaron del 3,1% de 2015 al 3,5% en 2016, que los no de mercado (1%, desde el 2,4% anterior).
Mirado desde la demanda, la mejor evolución del PIB en 2016 viene explicada por una mayor contribución positiva de la demanda interna (3,3 puntos porcentuales, frente a 2,4 en el año anterior). El sector exterior, sin embargo, aportó -0,1 puntos porcentuales (0,6 puntos en 2015).
El gasto en consumo final de los hogares subió el 3,6%, dos décimas más que en el año anterior, y el de las Administraciones Públicas pasó del 0% en 2015 al 2,7% en 2016. En cuanto a la formación bruta de capital (inversión), se elevó el 2,5% durante el ejercicio pasado, algo menos que en 2015 (2,9%).
El sector exterior tuvo una contribución negativa estimada en -0,1 puntos porcentuales, frente a la positiva de 0,6 puntos observada en 2015, ya que las exportaciones se desaceleraron en mayor medida que las importaciones.
En cuanto al empleo, en 2016 se registró un mejor resultado que en 2015, en línea con la mejora de la actividad, y los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron el 3,2% frente al 2,6% del ejercicio precedente.