Para qué negarlo. A Jesús Posada, el ex presidente del Congreso de los Diputados, no le parece ningún dispendio que la Cámara Baja se gaste 66.000 euros en el retrato que le va a inmortalizar en la galería de presidentes del palacio de la Carrera de San Jerónimo.
En parte se comprende. A fin de cuentas es una tradición que no se ha interrumpido ni en los peores años de la crisis. Todo lo contrario. El más caro de todos los retratos ha sido el del antecesor de Posada, el socialistaJosé Bono, que costó 82.600 euros. Más austero fue el presidente entre 2004 y 2008, el también socialista Manuel Marín, quién se conformó con un retrato fotográfico, aunque no de cualquiera. La elegida para realizarlo fue la laureada fotógrafa Cristina García Rodero, que percibió 24.780 euros por el encargo. El último ex presidente del Congreso posará ante el retratista donostiarra Ricardo Sanz.
A Posada se le atribuye una frase según la cual no es tan importante ser ministro como dejar de serlo, ya que mientras lo primero es alto temporal, incluso efímero, la condición de ex ministro tiene carácter vitalicio. El político soriano lo es por partida doble, ya que ocupó sucesivamente las carteras de Agricultura y Administraciones Públicas en sendos gobiernos presididos por José María Aznar.
Pese que en el ministerio de Agricultura apenas permaneció un año, su retrato figura en la galería de ministros del Palacio de Fomento, que así se llama la sede ministerial situada en la glorieta de Atocha. Desconoce "El topillo" si también tiene retrato oficial como ex ministro de Administraciones Públicas, cargo que ocupó entre 2000 y julio 2002. Donde sí lo tiene, al igual que todos los ex presidentes de la Junta de Castilla y León, es en el Colegio de la Asunción, del que fue inquilino entre 1989 y 1991.
Entre ese retrato del Colegio de la Asunción y el que acaba de encargar el Congreso de los Diputados habrán transcurrido más de 25 años, que solo son parte de todos los que lleva Posada en política, ya que su primer cargo público, gobernador civil de Huelva, data de julio de 1979, con Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. Tras la retirada de Alfonso Guerra, que era el último superviviente de las elecciones de 1977, el diputado soriano es el político en activo más longevo, seguido muy de cerca por su paisano Juan José Lucas, otro que no le va a la zaga en número de retratos oficiales.