Visita a los Montes de Valsaín y La Granja y excursión por la capital de Salamanca en la que el objetivo era buscar inscripciones latinas en los muros de la ciudad
Los alumnos de 4 de ESO del Colegio San Juan Bosco han disfrutado de una primaveral jornada en los montes de Valsaín donde han podido comprobar "in situ" la gestión de un recurso tan valioso para la zona como es la madera.
También ha habido lugar para la historia con la visita a los Jardines de la Granja de San Ildefonso. Con la mente llena de nuevos conceptos y una visión diferente de la naturaleza se dio fin a una jornada interesante un año más.
Por otro lado, los alumnos de Latín de 4º de la ESO realizaron este miércoles una curiosa visita a la ciudad en busca de inscripciones latinas en los muros de los edificios históricos, así como los restos del legado romano en la zona del río Tormes.
La primera parte de la visita la dedicaron precisamente al estudio del puente romano mediante un juego por grupos en el que los alumnos tuvieron que resolver algunas preguntas relativas al número de arcos originales del siglo I que quedan en pie, la cantidad exacta de dovelas que conforman cada arco, así como el nombre del rey y el año en que se enlosó y reparó el puente tras la devastadora crecida de San Policarpo.
En la segunda parte de la visita se dirigieron al edificio histórico de la Universidad, en el que descubrieron que las paredes hablan latín para aquellos que saben escucharlo. Y de este modo las piedras cuentan a los viajeros historias de visitas ilustres, triunfos académicos en forma de vítores, lugares insignes y cómo no el lema de la Universidad de Salamanca: "Omnium scientiarum princeps Salmantica docet".
En el interior del patio de Escuelas Menores accedieron a la sala que conserva la famosa obra pictórica de Fernando Gallego, conocida universalmente como el Cielo de Salamanca. En ella descubrieron un versículo en latín del libro de los Salmos y pudieron admirar algunos de los motivos mitológicos de la tradición grecorromana.
Para terminar la visita entraron en el claustro de la Universidad Pontificia para leer algunos de los vítores episcopales de la escalera barroca. Además pudieron contemplar en los muros exteriores del edificio, escrito en latín, el recuerdo de la visita de Juan Pablo II en 1982.