Durante el pasado curso ya contratamos a dos jóvenes que provenían de la renta mínima y que no tenían trabajo desde los programas de garantía juvenil.
Desde Europa hay programas financiados para la ayuda a contratación de jóvenes de los llamados "ninis".
Este curso aspiramos a tener además de los del programa de garantía juvenil otro grupo de unos dieciséis en un itinerario formativo.
La idea de los servicios de inclusión en la Junta es que los beneficiarios de renta mínima se formen y no se acomoden en una ayuda que no puede convertirse en crónica. Se debe invertir en los jóvenes porque se cree en ellos, no hacer caridad y que se resignen sin esforzarse por prosperar.
Nosotros pretendemos dividirlos en grupos de cinco para que tengan una formación interdisciplinar. Una empresa de jardinería, una cooperativa agroalimentaria ( vino, miel, aceite,?), hospital de fauna y animación socio cultural.
Haremos turnos semanales para que pasen media semana en la ciudad y otra media en el pueblo. En los pueblos aprenderán oficios en peligro de extinción y acompañarán a ancianos que no tengan suficiente dinero para ir a una residencia o no quieran. Además de aprender oficios productivos podemos organizar viviendas de ancianos que puedan quedarse en sus casas y no morir de soledad.
Se propone un aprendizaje cooperativo, por proyectos y aprendizaje servicio que responde a demandas sociales en nuestros pueblos de Castilla y León.
Sin tener que hacer una inversión inicial podemos hacer un servicio y además conseguir una producción rescatando empresas que hicieron una inversión que ha dejado de funcionar por el envejecimiento de los trabajadores inversores. Los ancianos ponen la sabiduría y nuestros chicos la juventud. Es una propuesta integral de vida porque además de poder hacerse un trabajo a medida, se aprende a vivir de otra manera, una vida y economía más de subsistencia en la que tienen mucho que ver las comunidades.
Nosotros hemos vivido ya la transformación en positivo de nuestros chicos cuando nos vamos a Marruecos a los pueblos bereberes y cambian sus prioridades descubriendo otros valores en las personas que no se basan tanto en los vicios habituales del consumo por las relaciones entre personas.
Pensamos que ese efecto puede darse también cuando se les da una responsabilidad y una confianza para aprender haciendo y con una proyección de futuro. Convertimos a esas personas jubiladas en modelos de vida para unos nietos ficticios que no han encontrado su lugar en el mundo.