Cáritas Diocesana de Salamanca es la organización de la diócesis que pretende dar una respuesta a las realidades de pobreza y exclusión social.
Me pregunto ¿de dónde sale la fuerza para llegar al final de cada uno de los proyectos que empezamos? Proyectos que no son papeles, sino rostros, personas concretas con sus nombres, sus historias.
Lo dice su propio nombre, "caritas" es caridad, es un Don del Espíritu, es decir, no nace de las personas comprometidas, nace de Dios y lo acogemos, lo recibimos y desde este Amor de Dios que es Eternos, que es El mismo Dios podemos atender, acompañar al otro que lo reconocemos como hijo de este Dios (sea de la religión que sea o ateo, o agnóstico) para nosotros es el hermano el hijo querido del Padre que desea para él lo mejor, desde las necesidades más primarias, como techo, trabajo, comida, educación como su dignidad de persona de hijo de Dios. Cada día los que estamos inmersos en caritas escuchamos la voz de Dios, su sentir sus deseos (porque Dios es persona) como ve Él la situación de sus hijos y el día empieza así siempre nueva, porque Dios es cada día nuevo, empieza como el sol alumbrado el día, saliendo de la noche lleno de esperanza que es la fuerza y el dinamismo para los proyectos que son manos tendidas.
Claro que hay que programar, reflexionar, trabajar pero todo esto con la conciencia de que lo que traemos entre manos es un don de Dios, no nace de cada uno de nosotros, la fuente no somos nosotros, por eso tenemos la certeza que la obra que Dios comienza El mismo la lleva a término.
Alicia Huerta V.D.