He aquí los mozo-toros de Carnaval. Serán toreados por pata-henos, embutidos en sacos de heno o de paja, y serán corneados con las horcas de las eras estivales, ante las risas colectivas de los espectadores.
He aquí los mozo-toros de Carnaval. Serán toreados por pata-henos, embutidos en sacos de heno o de paja, y serán corneados con las horcas de las eras estivales, ante las risas colectivas de los espectadores. Estos ritos antiguos carnavalescos, estas tauromaquias grotescas del invierno festivo... tratan de que todo despierte y se renueve, de que la vida vuelva en plenitud, de ahí esos cencerros del despertar. Porque todos los carnavalescos, tengan el sesgo que tengan, no son otra cosa que ritos de regeneración de la vida y del mundo.
José Luis Puerto (Texto) / Rosa Gómez (Fotografía)