OPINIóN
Actualizado 24/02/2017
Manuel Rodríguez Fraile

La situación es la que sigue. La presentadora de un programa de radio matinal muy conocido informa sobre la reciente presentación de un Comité de Emergencia, instancia creada por seis grandes Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales expertas en intervenciones en situaciones de Emergencias y Crisis Humanitarias.

La primera pregunta que la conductora de la entrevista formula a Sara Barbeira[ii], Coordinadora del Comité, es evidente y seguro que la misma que miles de españoles teníamos en mente y nos habíamos formulado durante años: Pero? ¿no existía coordinación alguna entre las ONG a pesar de llevar décadas interviniendo en estas dramáticas situaciones? Y la respuesta increíble, triste y sorprendente: No, No existía ninguna coordinación. Nada se coordinó en Haití, ni a la hora de paliar los efectos devastadores tsunamis en Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia. No, no se dio coordinación alguna cuando el huracán Mitch asoló América Central o los terremotos golpearon con dureza El Salvador o Chile. No, aún no se aúnan esfuerzos para dar respuesta conjunta a las injustas y dramáticas situaciones que viven millones de personas en Yemen, Sudán del Sur o Libia.

Todos somos conscientes de que las catástrofes naturales no se puede evitar, pero también debemos serlo de que los efectos que causan se pueden minimizar tanto por la acción directa sobre las victimas como por la prevención a través de la reducción de vulnerabilidad, una asignatura pendiente en todo lo que se refiere tanto a la Ayuda Humanitaria como a Cooperación al Desarrollo, que seguro resultara a más barata y mucho más eficaz.

"Ante una catástrofe, es vital una reacción coordinada, rápida y efectiva que permita canalizar la ayuda para que llegue cuanto antes a la zona afectada garantizando además que se den respuesta a todas las necesidades de la población afectada como comida, agua, cobijo. Este es el principal objetivo del comité de emergencia que hoy damos a conocer". Sensatas palabras pronunciadas por Sara Barbeira, pero llegan tarde, muy tarde, con muchos años de retraso. Porque son palabras que muchos llevamos décadas pronunciado y escribiendo, repitiendo por activa y por pasiva. Es más, insistimos en que siendo cierto que necesitamos una rápida y efectiva coordinación no lo es menos que esta debe ser, además, constante, leal entre los actores, potente y transparente.

A mediados de los años 80, hace más de 30 años, la Cooperación al Desarrollo tanto pública como privada, adquiere una importancia reseñable, aunque muchas ONG llevaban algunos años en la "pelea". Pero es a medidos de la siguiente década, los 90, cuando socialmente adquiere cierta relevancia a pesar de que para los Gobiernos se trataba de un tema menor. Cada no iba a su "bola" no existían ningún tipo de programación, de seguimiento de las inversiones y las acciones que se realizaban, y tampoco ningún tipo de evaluación de resultado. La caridad y la buena fe, primaban sobre la justicia y la eficacia, se hacian cosas, se salvaban vidas, pero menos de lo que hubiera sido deseable optimizando recursos, aunando esfuerzos, y es que existía una aceptación generalizada de que la cosa iba bien, entonces ¿por qué ahora todos alaban la creación de una instancia para la acción conjunta y la coordinación?

Ante esta pregunta debo ser bienintencionado ? uno lleva ya muchos años en esto ? y pensar que las ONG ya son mayores y han madurado, siendo ahora conscientes de temas importantes a los que en otros tiempos no prestaron atención por estar inmersos en la vorágine del trabajo diario. Y es que, si no fuera así pensaría que este pacto es fruto de los enormes recortes de fondos públicos y privados de los últimos años, de la creciente desafección de amplios sectores de población con el Tercer Sector, de una creciente desconexión con las bases sociales que las conforman ¿Qué otro motivo podría ser?. En cualquier caso bienvenido sea el Comité, mas vale tarde que nunca. Es momento de demostrar, más que a nosotros a sus posibles beneficiarios, que sirven para algo.

Yo, modestamente, les propondría como primer reto enfrentar la coordinación de la respuesta a los refugiados que huyen de la guerra o de la pobreza y son ninguneados, maltratados y dejados a su suerte por una decepcionante e inoperante Europa. Suerte.


Acción Contra el Hambre, el Comité español de ACNUR, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan Internacional y World Vision con la colaboración de varias empresas relacionadas con medios de comunicación que prestaran cobertura informativa.

[ii] Perfin profesional https://es.linkedin.com/in/sarabarbeira

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