En los restos de pintura que el azar ha dispuesto sobre los papeles hay algunos cuadros acabados y el resumen de muchas páginas de teoría sobre la pintura.
No puedo dejar de acordarme de la conocida cita de Leonardo da Vinci: "las mejores lecciones de pintura las podemos encontrar en las manchas de humedad de la pared".
Este relato, absolutamente verídico, sirve como marco, como espacio limitado sobre el que acomodar algunas de las reflexiones que de la pintura aparecieron a partir de ese instante.
¿De qué hablamos cuando hablo de "pintura"? ¿A qué noción de "pintura" se refería Leonardo?. De una pintura no referencial, por supuesto, de una pintura tan abierta como los sueños, tan física como la pared y tan concreta como la mirada.
El azar, igual que la pintura, igual que cualquier manifestación artística, solo existe por culpa de una mirada atenta. Estos dibujos, no están hechos, están reconocidos, rescatados y transportados a la existencia. La intención creativa, no se presenta (a priori), coincide con la experiencia estética.
Pero ¿Como hablar de pintura sin "volver" a la pintura?. Evidentemente, la historia de la pintura, desde Piero de la Francesca, actúa como memoria colectiva en nuestra cultura y nos aporta todo lo necesario. En el proceso creativo, en el acto de pintar , el lenguaje es materia y color, intuición y memoria, mirada y significado. Pintura
Los mismos elementos del lenguaje pictórico descontextualizados de sus anclajes naturalistas generan una nueva realidad. La pared se hace suelo, y el reflejo aparece como una forma de luz apenas concentrada en el eje del espacio.
Luz y sombra, forma y espacio al fin que nos transporta a los referentes ya aprendidos de la realidad visual.
¿Como pintar sin volver a la pintura?