El coordinador general, Fernando Martínez Maíllo, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, junto a García Tejerina, Silván o Mañueco
En términos de «fuerza y liderazgo» se ha referido el secretario general del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, a la presencia de castellanos y leoneses en los órganos de dirección del partido nacional. Empezando por Juan Vicente Herrera, como presidente de la comunidad y siguiendo por el coordinador general, Fernando Martínez Maíllo, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, la secretaria sectorial de Agricultura y Ganadería, Isabel García Tejerina, el vocal del Comité Ejecutivo Nacional, Antonio Silván o el propio Mañueco como presidente del Comité de Derechos y Garantías, se ha consolidado, según el alcalde de Salamanca, «en cantidad y calidad» el peso del partido autonómico en la actual Ejecutiva nacional del PP como «reflejo del trabajo que hemos venido realizando en los últimos meses», justificaba.
Mañueco ha destacado además el «liderazgo fuerte» de Mariano Rajoy y el proyecto social de la defensa de servicios públicos que él defiende. Es su principal conclusión de un congreso en el que se han debatido más de 4.000 enmiendas en las cinco ponencias en un debate «sereno y sosegado».
Congreso regional
Pero la vida sigue y hay que pensar en mañana. Mañueco ha apostado por darse un poco de tiempo antes de empezar a pensar en el congreso regional que se celebrará en Valladolid el 1 de abril, que será el siguiente paso que den los 'populares' en aras a ordenar la situación interna del PP a todos los niveles en un periodo de tiempo que el propio Rajoy quiere cerrar antes del verano.
Lo primero es hacer el texto refundido de los nuevos Estatutos porque hay que precisar los detalles de las nuevas enmiendas y definir el sistema de elección de los candidatos. No obstante, tampoco se esperan demasiadas novedades. Se descarta que, en el caso de Castilla y León, haya más de un candidato y se desconfía de polémicas o revuelos. «Lo afrontaremos con inteligencia y sentido común» dada la «solidez» de las organizaciones provinciales y la regional, apuntaba finalmente Mañueco.