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Con un café solo en la mano, pero en otro bar, no en el de Emilio, charlo con un amigo al que hace años que no veo. Muchos años. Me dice que no he cambiado nada, y no lo entiendo. Él me recordaba con mucho pelo, negro y rizado, muy delgado? Pero, insiste, no he cambiado nada.
Primero nos ponemos al día, hablamos de las familias (a las que no conocemos), de los trabajos (que nunca compartimos). Después, la conversación nos lleva a charlar de España, de los españoles, del paro, los desahucios?
Ahora comenta que sí he cambiado. ¡Una barbaridad! No me recuerda beligerante con el gobierno ?la última vez que nos vimos teníamos quince años-, ni defendiendo postulados de izquierdas. Tampoco yo le recordaba trasnochado, conformista, beato y energético. Sí, energético. Porque, cuando el desacuerdo ya era total, me sorprendió asegurando que Red Eléctrica ha contratado a Fernández de Mesa por sus conocimientos en Seguridad (argumento que ya he escuchado y leído en la prensa). Yo no pude menos que sonreír. ¿Seguridad? ¿Conocimientos de un Director General de la Guardia Civil?
Quizás. Quizás necesiten alguien experto en cacos, a fin de cuentas se cuelan en nuestras casas y nos sablean. Quizás necesiten algún experto en guardaespaldas. A fin de cuentas, se pasan el día entre ladrones. Y no sé si aplicar el término como "Que hurta o roba", "Clavija que tiene salida para varias tomas de la corriente eléctrica" o como "Toma subrepticia de electricidad", que de todas estas formas define el diccionario la palabra "ladrón".
Mi antiguo amigo (creo que ya no lo es tanto), pagó el café, se marchó repitiendo lo mucho que he cambiado? Yo le dije que no, que no he cambiado tanto, que sigo llamando al pan, pan; y a los que hacen lo que ha hecho Red Eléctrica, caciques.