OPINIóN
Actualizado 31/01/2017
José Javier Muñoz

Al igual que los deportistas son sometidos previamente a un chequeo médico exhaustivo cuando fichan por equipos profesionales, los comunicadores que se incorporen a tribunas, medios y canales profesionales deberían pasar una prueba de capacidad expresiva. Creo que sería muy conveniente un control de calidad, una criba rigurosa en los estratos sociales que al expresarse de viva voz o por escrito influyen en la sociedad: maestros y profesores de los distintos niveles de la enseñanza, informadores de prensa, radio y televisión, artistas de variedades, publicistas, redactores y guionistas de cine, teatro y video, blogueros, autores de videojuegos y, en general, los que se dedican profesionalmente a la comunicación tanto desde plataformas convencionales como desde los soportes digitales nuevos.

El escritor mejicano de origen peruano Mario Bellatín, director de la Escuela de Escritores en la Ciudad de México, dijo que "escribir es como mostrar una huella digital del alma". A mí me parece que, además de eso, el discurso, oral y escrito, es como la sangre. Si del análisis de sangre se coligen datos sobre la cantidad de glóbulos blancos y rojos, el análisis de las palabras permite conocer datos de la salud verbal. La proporción de glóbulos blancos o leucocitos en la sangre indica la capacidad de defensa del cuerpo contra los organismos infecciosos y las sustancias extrañas. Los glóbulos blancos del discurso son las expresiones correctas, el léxico claro y preciso. En cuanto a los glóbulos rojos o hematíes, un porcentaje por encima de lo normal en sangre puede indicar tabaquismo, porque el tabaco disminuye el oxígeno, y también es indicio de insuficiencia respiratoria por otros motivos, como bronquitis crónica, o habitar en zonas muy elevadas. El equivalente a los glóbulos rojos en la escritura es la ortografía. He comprobado que las personas que abusan de signos de puntuación o utilizan las exclamaciones reiteradamente y de forma incorrecta denotan una personalidad compulsiva o exaltada. Curiosamente, la interrupción frecuente mediante comas y puntos innecesarios suele ser propia de personas con problemas respiratorios, y en particular de los más fumadores. En cuanto a una cifra de glóbulos rojos por debajo de lo normal es síntoma de anemia; en la expresión oral o escrita, en definitiva, equivale a pobreza de léxico y desconocimiento de la sintaxis y la ortografía.

Hay quien entiende que la ortografía es un aspecto menor de la escritura, y que la prosodia es un detalle complementario de la expresión oral. Muy al contrario, son factores ineludibles de la calidad. Veámoslo de otra forma. Si en el proceso de fabricación de cualquier aparato informático y electrónico con los que nos comunicamos (procesamos los textos, obtenemos fotografías y filmaciones) se aplica un riguroso control de calidad a cada uno de sus componentes, hasta el último tornillo, ¿por qué no someter al mismo control de calidad a las personas que los utilizamos socialmente? Cribar con este criterio no supone merma alguna de la libertad de expresión ni de los derechos laborales. ¿O es que alguien en su sano juicio creería que es discriminación ilegal no ser incluido en la plantilla de un club de fútbol de primera división por ser renco o rebasar los cincuenta años de edad? En definitiva, más rigor escolar y profesional, y menos igualitarismo por abajo.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Control de calidad de la palabra