El pasado 21 de enero, sábado, se inauguraba en el MUSAC de León, museo de arte contemporáneo y actual de referencia en nuestra comunidad e incluso en todo el país, la exposición titulada "Constelaciones. Poesía experimental en España (1963-2016)", de la que he tenido la fortuna de ser comisario y, por tanto, de organizarla, junto con los escritores Luis Marigómez, Esperanza Ortega y Tomás Sánchez Santiago.
¿Por qué "constelaciones" para titular una exposición de poesía experimental, o visual (que de ambas formas se suele denominar), en España? Hay en este término, tan hermoso y polisémico, un pequeño guiño, que puede pasar desapercibido y, por ello, hemos de desvelarlo. El poeta germano-suizo Eugen Gomringer, nacido en Bolivia en 1925, puesto que su madre era boliviana, publicó en 1953 un hermoso libro poético, titulado precisamente "Constelaciones". Al tiempo, Gomringer es uno de los poetas pioneros de la llamada "poesía concreta" (incluso se le llega a atribuir a él el término). Y, el hecho de titular "Constelaciones" la exposición supone un homenaje implícito tanto a Gomringer como a todo el movimiento del concretismo.
El otro gran movimiento del que nace la llamada poesía experimental o visual es el "letrismo", creado en París, tras la segunda guerra mundial, y uno de cuyos abanderados es el rumano, residente en la capital gala, Isidore Isou (1925-2007). En el París de esos momentos, hay toda una serie de grupos y movimientos que pugnan por plantear un nuevos tipos de creación, en la poesía (letrismo) y en las artes, así como por afirmar un nuevo modo de estar en la sociedad, como hace el movimiento situacionista. Tales atmósferas las recoge, por ejemplo, el novelista francés Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura, en su novela titulada "En el café de la juventud perdida".
"Constelaciones. Poesía experimental en España (1963-2016)" es una exposición que recoge una verdadera constelación de procedimientos que ha utilizado este tipo de poesía para afirmarse entre nosotros: el letrismo, concretismo, el collage, el poema-objeto, la deconstrucción del soneto, la utilización de los naipes, del juego y del azar (como herencia de Mallarmé: "Ningún golpe de dados derrotará al azar"), la instalación, la revista ensamblada, la acción, el poema fonético...
Todos estos procedimientos configuran verdaderas constelaciones, para fundar ese territorio de la poesía experimental o visual en España, cuya fecha de inicio suele situarse en 1963, porque en ese año llega a nuestro país el poeta uruguayo Julio Campal, que da en Madrid una serie de charlas sobre los vanguardismos contemporáneos y aglutina a unos jóvenes españoles que comienzan a crear este nuevo tipo de poesía.
Son los pioneros. Entre ellos están nombres como Fernando Millán, Felipe Boso, los salmantinos José-Miguel Ullán e Ignacio Gómez de Liaño... y otros muchos, a los que habría que sumar nombres míticos, como los catalanes Joan Brossa y Guillem Viladot, o el vallisoletano Francisco Pino, que tiene un itinerario muy personal, expuesto también en otra exposición paralela en el propio MUSAC.
Todo un territorio contemporáneo de creatividad en España, en el terreno de la poesía, puede contemplarse en esta exposición de "Constelaciones. Poesía experimental en España (1963-2016)", que hemos tenido la fortuna de comisariar, junto con los escritores indicados; exposición que dura hasta los primeros días de junio y que ?creemos- merece la pena visitar, sobre todo aquellos que valoren lo poético y sus nuevas expresiones contemporáneas, que están muy vivas y que se siguen cultivando hoy mismo.