Cuatro orejas y rabo cortó el popular diestro que derrochó clase y buen gusto en una tarde de lluvia y mucha afición
Llovía. Y no dio tregua. Es enero y la Sierra. Previsible. Así, bajo la lluvia, recibía Valero a Cayetano Rivera, a son del popular Mariquelo en procesión con los paisanos hasta el mismo coso, un espectáculo en sí mismo donde le esperaban centenares de aficionados que fueron fieles a la cita en tendidos improvisados.
Se gustó Cayetano ante ambos ejemplares de García Jiménez. Justo de fuerza el primero aunque noble y con fondo. Más serio el segundo. Cayetano, siempre en torero. Empaque y buen gusto. Naturales hondos en ambos pero poder y mando en una tarde de apuesta por la diestra. Quietud de Rivera con esa elegancia y ese gusto innato que le corre en vena. Cintura y pecho para acompañar las embestidas. Mucho oficio en un torero que se le espera este 2017 porque tiene clase, gusto y es mucho lo que se le intuye para que esta sea una temporada grande.
Dos buenas estocadas le dieron cuatro orejas y rabo en la tarde que abría la temporada taurina de Castilla y León con este tradicional festival que es ya para los charros cita ineludible. Bendita afición.
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FICHA DEL FESTIVAL. VALERO- Dos reses de García Jiménez con clase y fondo.
Lleno en los tendidos en una tarde de lluvia.
Cayetano, dos orejas y dos orejas y rabo