Hace dieciséis años que quisiste fuera tu mami recuerdo como te salvé de una muerte segura, a manos de un atolondrado que conducía un BMW en los Porches de la ciudad de Coruña, tú pequeña mía no dabas subido el mini bordillo de la acera, y mis manos fueron alas
Hoy leyendo a mi admirado columnista Abel Hernández, magnifico escritor, merecedor de premios grandes, aunque sus escritos se me hagan siempre cortos
Recordaba a D. Miguel de Unamuno y la elegía que hace a su perro en su muerte "sus ojos mansos/ no clavará en los míos/con la tristeza de faltarle el habla?. Y como Abel recuerda a su Alita, una perra vagabunda que se encariña de sus tíos, y te volví a tener presente Cleopatra, hace ocho días que decidiste fundirte en las estrellas, y aunque he llorado mucho tu falta, por ser ¡tan inesperada!, un puñal traicionero atravesó tu dulce y cariñoso corazón? no tengo que preguntarme como Unamuno o Abel ¿A dónde has ido? Mi pequeña gatita se que vives feliz en el cielo de los gatos
A MI CLEOPATRA
En el silencio de la profunda, fría y larga noche
Cleopatra se abandonó al hechizo de las estrellas.
La luna azul escuchó un melodioso maullido,
Y sus rayos quisieron ser peine,
para su morocho peliblanco.
la curvada luna de plata
lecho para tu corazón de cristal
coronar el cielo renaciendo en el jardín sin tiempo
Isaura Díaz de Figueiredo
Desde el 21 de enero a las 4,15 de la madrugada, Cleopatra, es: luna, estrella, mar y cielo