Esta semana nos despertamos con la noticia de que las obras de grandes conocidos literatos españoles pasaban a liberarse de derechos de autor y a ser de domino público. Entre ellas, las de Miguel de Unamuno.
Desde el respeto, y conociendo en profundidad la vida de este escritor y filósofo vasco de nacimiento pero salmantino de adopción, perteneciente a la Generación del 98 y nombrado rector de la Universidad de Salamanca, hace ya tiempo que va tomando forma la idea de trasladar a Unamuno a las redes sociales, ya que es un espacio donde se habría sentido no solo cómodo sino libre para compartir todas sus reflexiones, sus fotografías ? era un auténtico adelantado a su tiempo en ese aspecto-, sus viajes y sus obras.
Si Miguel hubiese tenido Facebook nos habría hablado de sus paseos por Cabrerizos y de esos momento de paz con la llanura al fondo.
Habría compartido un tutorial de Youtube para aprender a hacer pajaritas de papel, y tendría un álbum entero dedicado a los retratos que le hicieron Gombau, Cándido Ansede o Jesús Gallego Marquina. Le gustaban las fotografías, y a lo mejor habría apostado incluso por abrirse un Instagram.
Y por encima de todo su perfil habría sido una defensa del poder de las palabras, de la literatura como manera de comunicarnos con libertad y plasmar lo que pensamos. Las reflexiones del "muro" de Miguel de Unamuno habrían sido compartidas por miles de personas, seguro, con la convicción de estar siguiendo a alguien que pronunció verdades universales y perdurables a la largo de la Historia.
Pasen los años que pasen, y estando él ausente entre nosotros, siempre nos quedarán sus sabias palabras y la responsabilidad de actualizarlas y hacerlas accesibles a todas las generaciones a través de las herramientas tecnológicas que, bien utilizadas, no nos alejan ni nos despersonalizan sino todo lo contrario. Nos despedimos con otra reflexión del autor, y con la ilusión de que os guste nuestra curiosa idea y nos ayudéis a que pueda hacerse realidad:
"Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado".
Feliz Domingo.
Rebeca Martín