Sus Majestades recorrieron las pedanías de la villa antes de recalar en la plaza Mayor para repartir cientos de galletas artesanales
Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente cumplieron con la tradición de la villa y repartieron magia e ilusión para todos los vecinos. Como es costumbre, las actividades se iniciaron con los mayores, a quienes visitaron en la residencia y el centro de día. A continuación, la comitiva viajó hasta Palacios y Cabezuela, pedanías de la villa donde fueron recibidos en especial por los niños. La siguiente parada fue Campillo de Salvatierra, donde se recibió al público en el salón municipal y la comitiva real montó en la caravana de carrozas, sin olvidar a la Corte de Honor de la Reina de las Fiestas, Carla Andrés, que ocupó su correspondiente carroza. Un fallo mecánico en una de ellas pro
vocó un retraso antes de poder continuar hacia Guijuelo, con el habitual recorrido por las calles de la villa. Una vez llegados a la plaza Mayor, se organizaron largas colas para que los niños pudieran ser atendidos por Melchor, Gaspar y Baltasar. Tras conversar con sus majestades, cada niño recibió una galleta hecha a mano por el personal del Ayuntamiento. Cada pieza de repostería venía adornada con la imagen de los Reyes Magos en una oblea. En total se repartieron 650 galletas y 300 kilos de caramelos, en un dispositivo en el que participaron más de 5o personas, incluyendo las comitivas reales, los voluntarios, el personal del Consistorio, voluntarios de Protección Civil y Policía Local.