La mayor parte de los casos se han detectado entre los grupos de no vacunados y en el grupo de niños entre cero y cuatro años
La incidencia de la gripe en Castilla y León ha seguido aumentando durante la última semana analizada, hasta alcanzar los 320 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 150 de la semana anterior, según el último informe semanal publicado por la Consejería de Sanidad.
Los virus detectados, según el informe referente a la semana entre el 26 de diciembre y el 1 de enero, son del tipo A, del subtipo H3N2, con un nivel de intensidad medio y con una tendencia ascendente en todos los tipos de edad.
Con estos datos, la gripe ha repuntado en esa semana y ha duplicado los registrados en la semana anterior, con un nivel epidémico se ha adelantado algunas semanas respecto al año anterior y que supera ampliamente el registro epidémico del pasado año, cuando el pico máximo fue de 169,5 casos por cada 100.000 habitantes.
La mayor tasa de incidencia acumulada está en el grupo de niños entre cero y cuatro años, donde está en 1.700 casos por 100.000, seguida del grupo entre 15 y 24 años con algo más de 700 casos por 100.000.
La mayor parte de los casos se han detectado entre los grupos de no vacunados.
Entre el 7 de noviembre y el 23 de diciembre la Consejería de Sanidad ha dispensado la vacuna frente a la gripe, con 672.000 dosis dispuestas.
La pasada temporada se detectaron 25.408 casos de gripe en la Comunidad, de los que el 0,9 por ciento fueron graves -la mayor parte en no vacunados-; y además uno de cada cuatro pacientes por gripe en la anterior temporada en edad de trabajar, esto es entre quince y 65 años, causó baja laboral por esta enfermedad en la Comunidad.
Castilla y León registró en la anterior temporada el segundo mejor dato de vacunaciones por autonomías, con un 22,02 por ciento de la población, sólo superada por La Rioja, que se eleva al 64,46 por ciento en el caso de mayores de 65 años.
La campaña de vacunaciones de esta temporada comenzó casi veinte días después que la anterior para adaptarse a la circulación de los virus, ha sido voluntaria y gratuita, y recomendada a partir de los 60 años y para los menores de esa edad que formen parte de grupos prioritarios, por tener un alto riesgo ante complicaciones derivadas de la gripe o que puedan transmitirla.
El año pasado el nivel epidémico, esto es más de 54,2 casos por cada 100.000 habitantes, se alcanzó en esas primeras semanas de enero, con un pico máximo en la semana nueve de 2016 de 169,5 casos por 100.000, aunque en otras temporadas se ha llegado a los 400.
Por provincias, se han distribuido 48.100 dosis para Ávila; 85.000 en Burgos, 107.630 en León; 40.870 en Palencia; 79.810 en Salamanca; 39.000 en Segovia; 24.480 en Soria; 122.280 en Valladolid, y 53.980 en Zamora; a las que se suman otras 70.850 dosis de reserva para los casos en los que sea necesario.
Fuente El Norte de Castilla