Profesor de Derecho Penal de la Usal
El 12 de diciembre pudimos ver en el programa "España Directo", de Televisión Española, las vivencias de un día cualquiera en Mieza. En los escasos 4 minutos de emisión se dieron a conocer los encantos de nuestra tierra y la amabilidad de sus gentes. Como no podía ser de otra manera, el reportaje comenzó desde el "mirador más imponente de la Ribera", como diría Unamuno, es decir, desde "La Code", esa atalaya sobre el Duero, grandiosa y soberbia, que me inspira y me conmueve cada día más y que todos los miezucos guardamos en el rincón más hermoso de nuestros sentimientos. Después fue el mirador de "la peña del Águila", impresionante, pero sin haber obtenido aún el doctorado "sobresaliente cum laude" natural, glosado por intelectuales y poetas, como es "La Code".
A continuación, se nos ofreció una secuencia tan familiar en estas épocas navideñas (aunque cada vez más residuales por la despoblación que sufre nuestra tierra castellana y leonesa), como la matanza del cerdo, en la que, nuestro amigo Casimiro, curtido en mil batallas, explicaba a la reportera la manera en la que se despieza el cerdo y cuándo se hacen los chorizos. A esta escena -tan cargada de recuerdos de aquélla infancia cada día más añorada y lejana, en la que, sentados en el escaño y al calor de la lumbre, escuchábamos mil historias de hambrunas, estrecheces y guerras que padecieron nuestros abuelos, pero también de sus gozos-, siguió la explicación, por parte de Manoli, la panadera, de cómo se elaboran las deliciosas perrunillas, que mojadas en el "aguardiente" de Mieza, dejan al comensal gratamente sorprendido y con ganas de repetir.
Para finalizar, la reportera acudió a la casa rural "El Mirador de la Code", donde Mari Mar le ofreció unas alubias bien compuestas, con carne de cerdo, que aportan las calorías necesarias para esta fría época del año.
Buen reportaje para promocionar nuestra cultura e idiosincrasia, nuestros paisajes y nuestras costumbres, nuestras tradiciones y gastronomía. Además, ante la llegada de la navidad, los recuerdos se agudizan y vuelve el regazo de la madre a despertar nuestros más tiernos sentimientos; esos que parecen dormir el resto del año y que regresan como un ejército dispuesto para el combate, en Navidad.
Es una lástima, por otra parte, que los pueblos vayan quedándose sin gente. En un reportaje publicado días después en los medios de comunicación locales, se decía que la población de la provincia de Salamanca había vuelto a perder 1.300 habitantes en los primeros 6 meses de 2016 (y ya descendemos a los números que teníamos en 1910, aunque con una diferencia, en aquéllos años, había más población en las zonas rurales y menos en la capital), pronunciándose aún más, en los datos demográficos, la figura geométrica de la pirámide invertida, puesto que en estos seis meses la provincia ha perdido 2.200 jóvenes y, en cambio, ha ganado 500 personas de 65 años o más.
Siempre se ha dicho que "se canta lo que se pierde". Hagámoslo antes de que desaparezcan aquéllas lisonjas que nos hacían tan felices en la infancia, aquéllas vivencias que nos volvían locos de ilusión. Porque no quiero que nos pase como a Antonio Machado, que tantas elegías compuso de un amor desaparecido tan temprano, como el de Leonor (Señor ya me arrancaste lo que yo más quería? /señor, ya estamos solos mi corazón y el mar), o de otro imposible, como el de Guiomar (¡Sólo tu figura, /como una centella blanca, /en mi noche oscura!) . No quiero que se me queden arrugados en los bolsillos, como a ese gran poeta, aquéllos días azules y aquél sol de la infancia., quiero revivirlos, quiero glosarlos, quiero inmortalizarlos.
Y aunque nada sea lo mismo porque "todo fluye y todo cambia", como diría Heráclito y porque "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", como glosaba Neruda, intentemos revivir los recuerdos que podamos; es la única forma de alcanzar la felicidad los que, por desgracia, dejamos ya muy lejos aquéllos años dorados de nuestra infancia y adolescencia.
Permítanme, queridos lectores, que desde mi observatorio favorito, desde "La Code", les desee a todos una FELIZ NAVIDAD y que nos olvidemos, aunque sólo sea en estas fechas, de los problemas cotidianos.