OPINIóN
Actualizado 20/12/2016
Redacción

Mujeres muertas, mujeres asesinadas probablemente por su más cercano. Resulta que su pecado fue ese, ser mujeres, y quizás no querer soportar lo que ningún humano debería: la agresión, el control, la cárcel de amor y no precisamente de Diego de San Pedro. Mujeres que tienen miedo al regresar solas a casa y meterse en un portal, mujeres de las que dice su rutilante pareja "Es que es una niña" y no es broma, uno de nuestros jóvenes actores, un tal Mario Casas, dijo semejante cosa de su ya ex novia ante la pregunta de que si se casaría con ella. Vaya por delante que preguntarle a alguien por su vida privada ya me parece un abuso ?y eso que soy lectora del Hola, paradojas de la existencia- pero que el señor diga de una mujer de casi treinta años que es una niña, es un insulto en toda regla, uno de esos micromachismos flagrantes a los que nos tenemos que enfrentar todas demasiadas veces.

Menos mal que nos queda Madonna, sí, esa descarada quizás pésima cantante que tiene tan mal gusto para mostrar su libertad sexual. Esa, justamente, la misma que abomina de la vejez ¿Quién no? la misma que, nombrada Mujer del Año en los premios Billboard es capaz de decir que la música es un terreno minado de envidias y machismos donde ella ha sido capaz de sobrevivir 34 años sin darles el gusto ni de morirse ni de engancharse a las drogas. Bravo por Madonna, a medida que me hago mayor me gusta más y eso que uno de mis alumnos dice que bueno, que donde esté Beyoncé que se quiten una mujer tan mayor? lo afirma así, tan rotundo, sin alegar nada acerca del valor como artista de la "señora mayor" que tanto le gusta a su profesora que, también, es una señora mayor. Una mujer que sigue pensando que serlo es un mal negocio, y ya no porque no cuestionen tu talento, sino tus kilos o tus patas de gallo, no porque cobres menos o seas un putón verbenero si sales con muchos, no, no porque tengas las obligación de ser madre por decreto? sino porque sencillamente, ser mujer es ser candidata a que te maten en un portal de diez puñaladas a la vuelta de una cena de empresa. Ser mujer es ser la que carga con las necesidades familiares de toda la tribu cuando has cometido el pecado de estar sola y sin hijos. Ser mujer es opositar para estar siempre en el punto de mira por tu aspecto y no por tu valía. Ser mujer, en resumidas cuentas, es un mal negocio.

Y hablo de aquí, me van a perdonar si no cito la guerra de Siria o la ambigua situación de la mujer en ciertos países. Y lo van a hacer porque estoy cansada de ver civiles desangrándose en las pantallas mientras nosotros nos dedicamos a gastar en alegrarnos la vida. Lo siento ¿Qué hacen los países musulmanes vecinos con esta carnicería? Si a nosotros nos duele ¿No habría de dolerle más a ellos? En fin, que uno empieza y no termina el rosario de desdichas, pero esta vez, esta vez tenía que acordarme de estas cuatro mujeres que ya no prepararán regalos a nadie, y a las que nadie felicitará en las próximas fechas. Están muertas, muertas por ser mujeres, muertas.

Charo Alonso

Fotografía: Fernando Sánchez Gómez.

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