Según estimaciones de ACNUR, en la actualidad hay más de 50 millones de personas refugiadas o desplazadas en el mundo, gran parte de ellas como consecuencia del conflicto armado en Siria.
Autora: Cecilia Aycart Echevarría, activista por los Derechos Humanos
Debido a ello, en el año 2015 las solicitudes de asilo en España aumentaron notablemente, 14.785 en total, y ello nos mostró que el sistema de acogida español está incapacitado para ofrecer una respuesta acorde a los estándares internacionales de derechos humanos. Sirva de ejemplo la situación tanto en la península como en Ceuta y Melilla donde los recursos existentes para ofrecer una adecuada protección internacional a aquellas personas que la necesitan se ha mostrado como insuficiente.
Amnistía Internacional está especialmente preocupada por la situación de los refugiados en Ceuta y Melilla ya que la aplicación de la normativa española sobre asilo deja mucho que desear en sus Centros de Estancia Temporal (CETI) como en el resto de la península. En España, aquellos solicitantes de asilo cuyos procedimientos sí han sido admitidos tienen el derecho a moverse libremente por todo el territorio español, sin embargo, aquellos solicitantes que se encuentran en esta misma situación en Ceuta o en Melilla no van a poder abandonar estas dos ciudades hasta que no haya finalizado su procedimientoadministrativo de asilo. Estos procedimientos pueden prolongarse durante meses o incluso años, lo cual supone un gran perjuicio para muchas familias de refugiados que ven limitada su libertad de movimiento dentro de las fronteras españolas.
Existe a su vez una falta de módulos familiares que se desencadena en una ausencia de la garantía a la vida familiar durante su estancia en dichos centros, existiendo numerosas familias que son separadas. Los CETI muestran también una enorme carencia en cuanto a condiciones higiénicas y sanitarias dignas se refiere, además de que existen graves problemas de seguridad y una preocupante falta de escolarización de los menores de estos centros.
A Amnistía Internacional le preocupa también la violencia de género en los CETI, hay mujeres que están conviviendo con sus propios agresores en la misma habitación durante meses teniendo que soportar agresiones y abusos de todo tipo. La expulsión del agresor como medida de sanción se considera poco efectiva ya que no garantiza una real protección de la mujer vulnerada. También es alarmante la falta de seguridad en la que están viviendo las víctimas de trata en los CETI.
Analizando estas y muchas otras injusticias que especialmente sufren los refugiados en Ceuta y Melilla existe una inminente necesidad de aplicar la normativa española sobre asilo a estas dos comunidades autónomas esperando que de esta forma los derechos de todas estas personas en situación vulnerable estén debidamente protegidos y garantizados. Personas con discapacidades, mujeres maltratadas, víctimas de trata o colectivos LGBTI, embarazadas; todas estas personas deberían ser inmediatamente trasladadas a la Península para recibir la atención y los servicios que necesitan y merecen.