OPINIóN
Actualizado 16/12/2016
Redacción

No hago comentarios profesionales sobre casos de los que solo tengo informaciones de prensa, pero sí aprovecho, una vez leídas las acusaciones del fiscal, para reflexionar sobre los abusadores y agresores sexuales, una conducta frecuente, que nos resulta difícil de comprender.

No son, en la inmensa mayoría de los casos,"locos" (personas diagnosticadas de alguna enfermedad mental), ni pedófilos (una persona con una desviación o parafilia que solo se excita sexualmente con prepúberes). Pero no me parece bien que se hagan afirmaciones como: "son personas normales", "pueden pasar en la mejores familias", etc., porque no es cierto. Estas cosas no las hacen personas normales, ni pasan en las familias normales.

Las personas que tienen estas conductas tienen, al menos, una o las dos de estas características:

  • Estar tan mal socializadas que carecen de valores éticos básicos compartidos en nuestras sociedades: el derecho de los menores a que sea respetada la propiedad de su cuerpo y su intimidad sexual.

Es decir, pueden llegar a pensar y sentir que abusar sexualmente de un menor no es una conducta inmoral e inaceptable socialmente.

  • Estar tan mal socializadas que no pueden controlar estas conductas sexuales o tienen hábitos (como el consumo de alcohol u otras drogas) que les colocan en una situación de total irresponsabilidad.

A una de estas causas o a las dos se le pueden unir otras, en una variabilidad tan amplia que no nos permite establecer ninguna tipología, ni nos resulta fácil predecir o reconocer quienes son estas personas que "aparentemente" parecen normales, incluso ciudadanos ejemplares: padres de familia, educadores, entrenadores, sacerdotes, jueces, abogados, monitores de campamento, periodistas, políticos, policías y todas las profesiones que el lector quiera añadir.

¿Qué podemos hacer? Prevenir, detectar, denunciar y ofrecer ayudas a las víctimas. Y que estas ayudas sean más eficaces y rápidas. Acabo de ser convocado para testificar en un juicio sobre abusos que fueron denunciados hace más de 8 años, ¿cómo es posible?. Y por favor, los jueces no deben condenar sin pruebas, pero deberían cambiar muchas cosas, entre otras, si no hay pruebas fehacientes, decir eso: "no hay pruebas para declarar culpable al denunciado" (o algo así) , pero no "declarar inocente", como si ellos fueran Dioses. Una víctima puede entender que el juez no crea probado el abuso, pero no que sea declarado inocente.

¿Y qué hacer con los abusadores? Denunciarlos siempre (para que no puedan repetir esta conducta, entre otros motivos), juzgarlos de manera justa e impedir su acceso a menores con cárcel o la medida más apropiada a cada caso. Medidas de seguridad para la población y medidas rehabilitadoras para los abusadores, como propone nuestra Constitución. No con todos son exitosas, pero sí con muchos de ellos.

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