OPINIóN
Actualizado 09/12/2016
Francisco Delgado

En vísperas de Navidades, época en la que casi inevitablemente hacemos excesos en la comida y bebida, retomamos el tema de la conducta de la alimentación, desde el punto de vista de la Psicología. Los extremos de la conducta normal vienen marcados por los dos extremos, la anorexia y la bulimia. La pregunta de una joven sobre su peculiar relación con la alimentación introduce este tema: las bulimias, las anorexias mentales y el posible papel de las modas en esas manifestaciones de irregulares o atípicas conductas en el comer.

PREGUNTA:

Mi experiencia en familia en las pasadas Navidades me hizo plantearme seriamente, por primera vez, si tengo algún trastorno grave de alimentación o simplemente mis necesidades y gustos en la comida son diferentes a los de la mayoría.

Desde hace algunos años todo el mundo me dice que estoy muy delgada, que como demasiado poco, que si sigo así caeré enferma, etc. Sobre todo mi madre. Yo me encuentro muy bien con mi manera de alimentarme y cuando me siento mal es cuando la abandono. Pero durante estas interminables cenas y comidas navideñas en familia, el pasado año el tema de mi comida fue "a peor". Toda mi familia pendiente de mí. Hice el esfuerzo de imitarles comiendo algo más de lo que es habitual en mí (probando algunas carnes, dulces, postres?) y me sentí fatal, no solo físicamente ( tenía que ir al baño a vomitar) sino psicológicamente; no puedo entender que todos los cuerpos sean iguales y necesiten ingerir esas cantidades de alimento. Mi duda es si hay algo "enfermizo" en mi conducta con la alimentación o son los demás, con su excesivo comer, los equivocados.

Siempre que me he hecho un reconocimiento médico, los resultados de los análisis han sido normales, incluido mi peso, así como las demás exploraciones, salvo pequeños desarreglos en la menstruación. S. G.

RESPUESTA: Me parece muy razonable la pregunta que se hace a sí misma, pues en definitiva su pregunta equivale a aclarar si está usted cuidando su salud convenientemente, o está, sin desearlo, haciéndose daño a sí misma. Con los datos que aporta en su pregunta no hay posibilidad de saber si tiene usted una conducta básicamente sana, aunque "rebelde" social y familiarmente hablando, o bien tiene usted algún trastorno de la alimentación. Desde el punto de vista psicológico lo más importante es el hecho de que se esté formulando esa duda sobre sus hábitos y si esta diferencia entre usted y su grupo familiar no será un síntoma de otras tensiones o desencuentros, que no tienen nada que ver con la alimentación.

En su caso, solo una serie de entrevistas individuales aclararían si usted necesita alguna ayuda médica especializada, psicológica, ambas o ninguna.

Es verdad Srta. S, que estamos rodeados de comportamientos bulímicos, de un beber y comer compulsivos, que frecuentemente son modos de calmar ansiedades internas, más o menos crónicas. Pero también hay un riesgo de hacer lo mismo desde conductas aparentemente contrarias: focalizando toda nuestra atención en dietas excesivamente pobres, por seguir la moda imperante, por rebeldía, o por otros motivos menos manifiestos.

Francisco Delgado.

Para más información: francisco.delgado3@gmail.com Tfno: 923-603348.

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