En 2002, el primer año después de que se aprobase la legalización de la eutanasia, solo hubo 24 casos. En 2011 se llegó al millar y en 2015, se acaba de anunciar que han sido más de dos mil.
Desde que fue legal en Bélgica, optar por una despedida anticipada de la vida parece haberse puesto de moda y las cifras no dejan de aumentar de forma exponencial. Según las estadísticas del año pasado, publicadas por la Comisión federal de control de la Eutanasia, el número de casos en los que esta fue aplicada ascendió a 2021, un centenar más que el año anterior. Es decir más de cinco casos diarios.
Si se aplicase a España en la misma proporción, serían casi nueve mil eutanasias al año. Y lo que sorprende en el caso de Bélgica es la rápida banalización de la muerte asistida.
Enfermos de cáncer
Según las estadísticas, la inmensa mayoría, más del 70% de los eutanasiados, padecía cáncer. El resto, son casos que pueden considerarse como atípicos y en otros casos reveladores de hasta qué punto puede verse reflejada la compleja personalidad de los belgas.
Les comento el caso de:
Emiel Pauwels, 95 años, estaba considerado como el atleta más viejo del país, un día decidió que no quería competir más tiempo en esta liga terrestre y convocó a un centenar de amigos para asistir a su despedida de este mundo, con una copa de champaña en la mano y una gran tarta..
La Comisión Federal ha autorizado que se aplique este modo de quitar la vida a casos extraños como un transexual que tampoco era feliz con su nuevo cuerpo, o dos hermanos gemelos que querían morir juntos antes de que la enfermedad les dejase ciegos.
Violaciones
En enero del año pasado, un condenado por delitos de violación había llegado a conseguir la autorización del ministerio de Justicia para ser eliminado de la lista de los vivos, pero en el último momento el propio Gobierno y los médicos encargados de hacerlo dieron marcha atrás porque el precedente había provocado una cadena de imitadores entre la población penitenciaria.
Una parte del aumento se atribuye al hecho de que cada vez hay más médicos que registran esta práctica legalmente, algo que según se estima antes no sucedía. En todo caso, se constata que en todo 2015 no ha habido ninguna demanda hecha por un menor. Bélgica es desde 2014 el único país del mundo donde la ley autoriza a los menores de edad a pedir que un médico termine con su vida.
Ley francesa
Mientras que en Bélgica aumentan los casos, en Francia sigue estando prohibida la eutanasia, aunque se ha dado un paso más en esta dirección al aprobar ayer una ley que permite la sedación.
El nuevo texto legal se denomina «ley de final de la vida» permite la sedación profunda para evitar el sufrimiento en enfermos terminales, pero prohíbe la ayuda activa .
«Cansancio de vivir»
Los expertos advierten, de que el aumento de los casos de eutanasia para los casos en que no se padece una enfermedad terminal deben evaluarse con recelo puesto que muchas veces están asociados a desórdenes psiquiátricos y a un "cansancio de vivir, por causas que deberían ser analizadas".
LA LEY EN ESPAÑA
Carece a día de hoy España, de una ley específica sobre eutanasia, pese a que más de la mitad de los españoles (según el CIS) se muestra partidario de regular esta práctica e incluso el suicidio asistido, que sí está penado en nuestro país.
El Código Penal, en su artículo 143, dice al respecto:
1 - "El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años".
2 - "Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una persona".
3 - "Será castigado con la pena de prisión de seis a diez años si la cooperación llegara hasta el punto de ejecutar la muerte".
4 - "El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo".
Es normal sentirse afligido cuando una enfermedad grave ataca a alguien muy allegado. Incluso los médicos, viendo morir a muchas personas, suelen sentirse apenados y hasta impotentes cuando se encaran a las necesidades físicas y emocionales de un enfermo terminal, mayormente si es niño o persona joven que aparentemente va contra natura su fallecimiento...
Puede que usted haya tenido problemas para controlar sus emociones al ver sufrir al ser amado. En este sentido, podemos renegar, llorar, como hizo Jesús al conocer la muerte de su amigo Lázaro, para los creyentes la muerte no es el final, recordemos a Moisés cuando vio a su hermana con lepra, se sintió tan angustiado que imploró: "¡Oh Dios, por favor! ¡Sánala, sánala, por favor!" (Números 12:12, 13).
Muy duro es ver partir al ser querido, como creyente aconsejo poner el dolor el manos de Jesús, nos ayudará, aunque el duelo de 6 meses a 1 año es normal sufrirlo, no obstante lo llevará de forma diferente.
Es tema resulta controvertido, dejo solo la pincelada expuesta, la vida debe vivirse siempre, jamás la carrera debe cansar al corredor, aunque los obstáculos sean duros. Y no frivolicemos por modas, sobre un tema tan difícil.