Siempre acude a su cita esta mensajera del invierno. Y siempre habla en silencio, desde un misterio antiguo, que, pese a pertenecernos, ay, se nos escapa. La nieve y su blancura, la nieve y su caricia. Esa sábana blanca, que cubre con sus lienzos el esp
Siempre acude a su cita esta mensajera del invierno. Y siempre habla en silencio, desde un misterio antiguo, que, pese a pertenecernos, ay, se nos escapa. La nieve y su blancura, la nieve y su caricia. Esa sábana blanca, que cubre con sus lienzos el espacio del mundo. Las primeras caricias de la nieve nos anuncian el tiempo del solsticio. La hiedra las conoce y no se queja nunca de sus fríos.
José Luis Puerto (Texto) / Rosa Gómez (Fotografía)