OPINIóN
Actualizado 24/11/2016
Gustavo Hernández Sánchez

Parte III. Nuevo fascismo

A unos días de la "celebración" del 20-N. Otros lo llaman populismo de derechas para dulcificarlo. Así empleamos nuevas terminologías, nuevos conceptos que sirven para enmascarar los mismos problemas de siempre. Aquellos que ya conocieron muy bien nuestros abuelos y nuestras abuelas: pobreza, guerra, exilio. Qué corta es la memoria de los europeos y de las europeas. Han sido buenos, muy buenos, los análisis de Pablo Iglesias, de Alberto Garzón o de Juan Andrade, entre otros, sobre la victoria de Trump en Estados Unidos. Especialmente el de Pablo Iglesias, calificando valiente y abiertamente a este sujeto de fascista. Valiente porque son pocos y pocas las que se atreven a abrir la boca frente a la presión mediática, y guardan silencio. No, no es solamente una cuestión manida por la izquierda siempre que tratamos de descalificar a alguien. Se trata de definir una realidad concreta, presente también en Francia (Le Pen), en los Países Bajos (Geert Wilders), Suecia (Jimmie Akesson), Gran Bretaña (Nigel Farage), Hungría (Viktor Orban). De una realidad presente en los soldados de Odín en Escandinavia o de Pegida en Alemania, de Amanecer Dorado en Grecia, de Liga Norte en Italia, en fin... seguro que me dejo a alguno en el tintero. Se trata no solamente de estos grupos o de estas personas, sino de actitudes cotidianas que nos envuelven, como la xenofobia, alimentada por los medios de comunicación. Advierten del peligro que corre nuestro país de convertirse en pasto de esta lacra. Nos reímos de los y de las norte-americanas, pero no somos capaces de ponernos de acuerdo sobre las cotas de refugiados. Ponemos el grito en el cielo, pero obviamos los cientos de muertos que tratan de cruzar el estrecho o de saltar la valla de Melilla (que, a los efectos, es lo mismo que un muro). Seguimos pensando que los rumanos y las rumanas son criminales, que los gitanos son vagos. Entonces... ¿acaso no estamos invadidos ya por ella? Que les pregunten a las familias de los detenidos en Alsasua. Que le pregunten a la madre de Alfon. Que le pregunten a los compañeros y compañeras de Bódalo. Que les pregunten a los compañeros de CNT y de CGT sobre quienes penden penas de cárcel por ejercer su derecho a la huelga. Que les pregunten. Estos días no dejo de pensar en la letra de Horacio Guaraní, "si se calla el cantor", interpretada por El Cabrero. ¿Por qué estas otras cuestiones no nos hacen poner el grito en el cielo? ¿Acaso este nuevo fascismo no está ya conviviendo con nosotros y nosotras desde hace tiempo?

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Trilogía del odio