OPINIóN
Actualizado 24/11/2016
Miguel Cid Cebrián

Siempre demostró su farinatismo de adopción con verdadera pasión y su obra artística es también un ejemplo de su inteligencia y habilidad

Nunca olvidaré el ingenio y buen humor de Antonio Casares de la Riva, persona, por demás, bondadosa, trabajadora y amante de nuestras mejores tradiciones como el Carnaval.

Recuerdo el año que fue pregonero Fernando Arrabal, que tuvo el ingenio de disfrazarse de doble de este y era tal su parecido que yo, que estaba presidiendo la capea en la galería del Ayuntamiento, le llamé a voces para que subiera, creyendo que era Fernando, entre las risas de unos y otros.

Siempre demostró su farinatismo de adopción con verdadera pasión y su obra artística hecha en metal es también un ejemplo de su inteligencia y habilidad.

Es triste perder a un amigo y a una excelente persona como sucede en este caso, pero al menos nos queda su obra que será inmortal.

D.E.P.

Miguel Cid Cebrián

Alcalde de Ciudad Rodrigo entre 1983 y 1991

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